Varios países, entre ellos Estados Unidos, solicitaron este martes a la OMS una investigación más profunda sobre los orígenes del COVID-19 luego de que la primera misión a China plantease más preguntas que respuestas.
El secretario de Salud estadounidense, Xavier Becerra, pidió hoy estudios “independientes y transparentes” del origen del coronavirus causante de la COVID-19 durante su intervención en la 74ª Asamblea Mundial de la Salud, que reúne desde el lunes a los 194 miembros de la OMS.
“Tenemos que entender mejor la pandemia con el fin de poder responder mejor a amenazas futuras, y los estudios del origen de la COVID-19 tienen que ser transparentes, basados en la ciencia y en la independencia de los expertos”, subrayó Becerra por videoconferencia.
Becerra solicitó que la fase 2 del estudio ofrezca a los expertos “la independencia necesaria para evaluar plenamente el origen del virus y los primeros días de epidemia”.
Estados Unidos manifestó en febrero su insatisfacción con los resultados preliminares de la primera fase del estudio realizado a principios de este año por expertos internacionales en Wuhan (China), considerada cuna de la pandemia, en un contexto de sospecha de falta de independencia con respecto a Beijing, acusada obstaculizar la misión, al tardar meses en aceptar recibir a expertos extranjeros.
En ese sentido, el representante de Estados Unidos ante el organismo, Jeremy Konyndyk, también destacó la importancia de contar con “una investigación sólida, completa y dirigida por expertos sobre los orígenes de COVID-19”.
“El objetivo de esta investigación no es determinar responsabilidades, sino apoyarse en la ciencia, para encontrar el origen del virus y la epidemia y así ayudarnos entre todos a evitar que una catástrofe global como ésta vuelva a producirse”, señaló Konyndyk.
Otros países, incluidos Australia, Japón y Portugal, expresaron posiciones similares.
Los expertos indicaron, tras cuatro semanas de trabajo en China, que la hipótesis más probable del origen del nuevo coronavirus era que se había transmitido al ser humano desde animales salvajes vía una o más especies que actuaron como intermediarias.
El informe de la OMS también indicaba que la hipótesis menos probable era la del origen en un laboratorio y tampoco consideraba demasiado plausible el contagio a través de alimentos congelados importados, una teoría aireada por medios oficiales chinos.
Los expertos recomendaron continuar investigando la hipótesis principal, pero también otras, salvo la que afirma que el virus se escapó de un laboratorio en Wuhan. Esta propuesta causó mucho revuelo. Y, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, rectificó rápidamente y afirmó que todas las hipótesis quedan sobre la mesa, y criticó la falta de acceso a los datos chinos.
“APOYARSE EN LA CIENCIA”
El jefe de la delegación internacional de científicos, Peter Ben Embarek, señalado por varios conflictos de interés con el Instituto de Virología de Wuhan, después minimizó este asunto, afirmando que en China, como en otras partes, ciertos datos no pueden compartirse por razones de privacidad, y que hizo esfuerzos en pos de una solución que permitiese acceder a los datos “en la fase 2 del estudio”.
Pero después, la OMS no ha brindado informaciones sobre progresos, en tanto varios científicos denunciaron el rol desproporcionado que tuvo Beijing en la primera fase del estudio, exigiendo que las cosas cambien en la siguiente.
Pero Beijing quiere impedir a cualquier precio que se le culpe por la pandemia, y el régimen parece hacer todo lo posible para que la investigación continúe fuera de China.
Determinar cómo el virus, que ha provocado más de 3,4 millones de muertes en todo el planeta, se transmitió al ser humano es considerado clave para intentar impedir una próxima pandemia.
Pero, por ahora, la OMS no puede investigar por sí misma en un país. Varias naciones y expertos han pedido que la agencia se beneficie de amplios poderes para enviar rápidamente expertos en casos de crisis, pero esta propuesta no figura en el proyecto de resolución para fortalecer a la OMS, que se adoptará esta semana.
Los países decidirían durante la asamblea postergar hasta noviembre el inicio de negociaciones sobre un tratado sobre pandemias, útil apoyado por la OMS y varios países, como Francia y Alemania.
(Con información de EFE y AFP)
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