Los líderes de la Unión Europea (UE) debatirán este lunes, en el primer día de una cumbre extraordinaria de dos jornadas, las medidas por tomar contra los responsables del desvío por Bielorrusia de un avión civil a Minsk para detener a un opositor al régimen de Alexandr Lukashenko, incluidas posibles sanciones. Entre ellas se destaca la posibilidad de cerrar su espacio aéreo tras el acto que muchos han definido como “piratería estatal”.
Este incidente se sumó anoche a la agenda de la reunión extraordinaria presencial convocada anteriormente por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que la fijó, en principio, solo para el 25 de mayo para hablar del COVID-19, Rusia y el cambio climático, y la amplió después al día 24 para añadir a la cumbre la implementación de los acuerdos con el Reino Unido.
Una variopinta agenda a la que se sumó a lo largo de la pasada semana el conflicto en Oriente Medio y el tema migratorio, que será planteado por el primer ministro italiano, Mario Draghi, tras la crisis vivida en Ceuta al permitir Marruecos la entrada de más de 8.000 inmigrantes en territorio español y en un contexto de aumento de las llegadas a las costas italianas.
La cumbre presencial arranca este lunes con una cena a partir de las 19:00 horas centrada en los asuntos de política exterior, entre los que Michel incluyó anoche el “incidente sin precedentes” del aterrizaje forzoso del vuelo de Ryanair en la capital de Bielorrusia, tras desviarle de la ruta que cubría de Atenas a Vilna para detener al periodista y disidente Roman Protasevich.
El incidente “no quedará sin consecuencias”, afirmó Michel en un comunicado en el que expresó su condena “en los términos más enérgicos posibles”.
Su portavoz, Barend Leyts, puntualizó después en un tuit que los líderes europeos “discutirán las consecuencias y las posibles sanciones”.
”Los responsables del secuestro de Ryanair deben ser sancionados”, afirmó, más tajante, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, en otro tuit emitido al filo de la pasada medianoche.
En el mismo mensaje, Von der Leyen subrayó que “el comportamiento escandaloso e ilegal del régimen de Bielorrusia tendrá consecuencias” y mantuvo que “el periodista Roman Protasevich debe ser liberado inmediatamente”.
Lo cierto es que la UE ya estaba “preparando un tercer paquete de sanciones contra el régimen de Alexandr Lukashenko en Bielorrusia” antes de este incidente, dijo el alto representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, el viernes pasado.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) expresó en Twitter su “profunda preocupación por el aterrizaje aparentemente forzoso” del vuelo, algo que podría violar las normas del Convenio de Chicago, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que se trataba de un “incidente grave y peligroso que requiere una investigación internacional”.
El periodista, que viajaba con su novia, que también fue detenida, según la ONG de derechos humanos Vesná, fue director y uno de los fundadores de los canales de Telegram Nexta y Nexta Live, con base en Polonia, con más de 1,2 millones de seguidores.
Además de este incidente, que escandalizó a la comunidad internacional, los líderes europeos abordarán en la cena de esta noche la situación en Oriente Medio, tras el reciente alto el fuego alcanzado entre Israel y las milicias palestinas, según confirmó Michel en su carta de invitación a la cumbre.
También en la primera jornada de la cumbre, los líderes europeos hablarán sobre las relaciones con Moscú, después de las sanciones que la UE impuso a cuatro funcionarios rusos por la condena al opositor Alexey Navalny y por la decisión de Rusia de expulsar a varios diplomáticos europeos.
Los líderes mantendrán, asimismo, la primera discusión sobre su relación con el Reino Unido desde que el país se desvinculó por completo de la UE el 1 de enero y entró en vigor el acuerdo comercial y de asociación entre ambos, el 1 de mayo.
La relación estos meses estuvo marcada por la tensión, en particular, por la falta de compromiso del Reino Unido con la implementación del protocolo irlandés, que evita una frontera física entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
El martes, abordarán los esfuerzos climáticos en diferentes áreas para cumplir con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 al menos un 55 % para 2030 y volverán, asimismo, a tratar sobre el COVID-19, un tema que está presente en todas las cumbres desde que el SARS-CoV-2 llegó a Europa.
(Con información de EFE)
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