La hija del emir de Dubái, la princesa Latifa al Maktoum, ha sido vista públicamente por primera vez desde que en febrero pasado publicara una serie de videos en los que aseguraba estar secuestrada por su padre, Mohamed bin Rashid Al Maktum.
Latifa al Maktoum fue fotografiada en un centro comercial de Dubái, supuestamente con dos amigas. Las autoridades de la ciudad autorizaron la publicación de la imagen luego de que un grupo de activistas, respaldados por las Naciones Unidas, exigieran una “prueba de vida” de la princesa tras la denuncia de que su padre la tenía como rehén.
“Estoy grabando este video desde un baño, porque es la única habitación con una puerta que puedo bloquear. Soy una rehén y esta villa se ha convertido en una cárcel. Todas las ventanas están cerradas con rejas, no puedo abrir ninguna”, decía Al Maktoum, de 35 años, en uno de los videos.
“Todos los días estoy preocupada por mi seguridad y por mi vida. No sé si voy a sobrevivir a esta situación”, afirmaba la princesa, quien aseguró que cinco policías vigilaban la mansión desde el exterior, mientras que otros dos permanecían en el interior.
Activistas que piden su liberación calificaron la última medida como “muy significativa” y esperan que pueda conducir a que se le permita salir de los Emiratos Árabes Unidos.
La reciente fotografía fue publicada en la cuenta de Instagram de una de sus amigas. Es la primera vez en tres años en que se la ve fuera del lugar donde denunció que se encontraba secuestrada. La última aparición en público había sido con la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson en diciembre de 2018.
Tras la publicación de los videos de febrero de este año, las Naciones Unidas exigieron pruebas de vida y pidieron la liberación de Latifa.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos solicitó a las autoridades del emirato de Dubái pruebas de que la princesa sigue viva.
“Estamos preocupados al ver la perturbadora evidencia en video que ha llegado esta semana y pedimos más información y clarificación sobre su situación actual”, había dicho en una rueda de prensa la vocera de la oficina, Liz Throssell.
“Dadas nuestras serias preocupaciones sobre la princesa, hemos pedido que la respuesta del Gobierno sea un asunto prioritario y esperamos recibirla y considerarla pronto”, añadió.
Latifa trató de abandonar Dubái por primera vez cuando tenía 16 años, pero comenzó a planear su intento más serio de huida en 2011, tras mantener contacto con el empresario francés Herve Jaubert, según la BBC.
El 24 de febrero de 2018, la princesa se subió a una lancha hinchable, junto con Tiina Jauhiainen, quien había sido su instructora de artes marciales, y navegaron hasta aguas internacionales, donde las esperaba un yate con bandera estadounidense.
Ocho días después, frente a las costas de la India, el barco fue asaltado por “comandos” que utilizaron granadas de humo, descubrieron a ambas mujeres y devolvieron a Dubái a Latifa.
En 2019, las tensiones entre la familia del emir llegaron hasta los tribunales británicos, cuando la princesa Haya Bint Al Husein de Jordania, sexta esposa del millonario mandatario, viajó al Reino Unido y pidió protección para ella y dos de sus hijos.
En ese proceso, el Tribunal Superior de Inglaterra consideró probado, entre otros hechos, que el jeque “ordenó y orquestó el retorno obligado de su hija Latifa a la casa familiar en Dubái” en dos ocasiones, junio de 2002 y febrero de 2018.
“En 2002 el retorno se produjo desde la frontera de Dubái con Omán, mientras que en 2018 se hizo con un comando armado en el mar cerca de la costa de la India”, describe la sentencia. El juez también resaltó que en agosto de 2000 el emir organizó el “secuestro” de su hija Shamsa para llevarla desde el Reino Unido a Dubái.
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