El gobierno del presidente de Rusia, Vladimir Putin, se declaró “seriamente preocupado” por el agravamiento del conflicto armado en la frontera entre Venezuela y Colombia, y se manifestó “convencido” de que la normalización de la situación en esa región “podría promoverse mediante contactos directos entre las autoridades competentes” de los dos países vecinos.
En una conferencia de prensa, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, afirmó que el régimen de Nicolás Maduro “ha apelado a los dirigentes colombianos” con iniciativas de salidas negociadas a la crisis “en varias ocasiones, pero sin éxito”. Y dijo: “Llamamos a las autoridades colombianas a responder con buena voluntad a las propuestas de sus socios venezolanos”.
Rusia es uno de los mayores aliados políticos y comerciales del régimen de Maduro, siendo Moscú, además, el segundo acreedor de Venezuela, después de China, con unos 7.500 millones de dólares. Se estima que en los últimos 18 años, Rusia y Venezuela firmaron unos 300 acuerdos de cooperación. En octubre de 2019, Maduro ratificó junto al vice primer ministro ruso, Yuri Borisov, una batería de pactos de cooperación militar en Caracas.
El 24 de octubre de 2020, Maduro anunció que llegarían al país asesores de Rusia, China, Irán y Cuba para actualizar su sistema armamentístico y pidió a los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) “estar pendientes y preparados ante las agresiones” que atribuyó al presidente colombiano, Iván Duque, a quien tildó de “masacrador”.
Y el mes pasado, Maduro anunció el envío de mil milicianos a la frontera con Colombia y explicó que la orden es la de “guerra de todo el pueblo en defensa de la soberanía y de la tierra contra los grupos irregulares, delincuenciales, criminales y terroristas que vienen de Colombia”.
Resulta entonces sorprendente la declaración del gobierno ruso sobre los presuntos llamados al diálogo del régimen chavista a las autoridades colombianas que no obtuvieron respuesta. “Lamentablemente, algunos actores no ven con buenos ojos el compromiso de las autoridades venezolanas con el desarrollo pacífico y coherente de las relaciones y la solución de las controversias a través de la negociación”, dijo la funcionaria Maria Zakharova el jueves.
“En este contexto, nos preocupa seriamente el agravamiento de la frontera entre Venezuela y Colombia, donde las fuerzas armadas venezolanas intentan desde hace unas semanas impedir la entrada de unidades armadas ilegales y grupos de narcotraficantes. Estos enfrentamientos armados, que se han intensificado en los últimos días, han provocado numerosas víctimas. Un posible deterioro de la situación podría tener consecuencias muy negativas para la estabilidad y la seguridad de la región”, añadió Zakharova en su declaración.
Y añadió: “Estamos convencidos de que la normalización en las regiones fronterizas podría promoverse mediante contactos directos entre las autoridades competentes de Venezuela y Colombia. El Gobierno de Nicolás Maduro ha apelado a los dirigentes colombianos con este tipo de iniciativas en varias ocasiones, pero sin éxito. Llamamos a las autoridades colombianas a responder con buena voluntad a las propuestas de sus socios venezolanos”.
Además, la vocera del gobierno de Putin cuestionó al mandatario Iván Duque por la actual crisis con las manifestaciones opositoras. “No cabe duda de que esto también responderá en última instancia a los intereses de Colombia, donde las protestas públicas han aumentado recientemente. Compartimos la alarma expresada por la Organización de Estados Americanos, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la UE, los Estados Unidos y otros miembros de la comunidad internacional por el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas del orden colombianas contra los manifestantes, a consecuencia de lo cual han muerto decenas de personas y han resultado heridas cientos. Esperamos que estos hechos se investiguen a fondo y que las autoridades colombianas tomen medidas para evitar que se repitan estas tragedias”, dijo Zakharova.
Rusia fortaleció el pasado 31 de marzo su respaldo al dictador venezolano Nicolás Maduro con la firma de una docena de acuerdos de cooperación en materia alimentaria, financiera, energética, militar, científica, tecnológica y minera.
Venezuela cuenta con al menos 20 unidades operativas del cazabombardero ruso Sukhoi Su-30, cuyas características se consideran similares a las del F-15E Strike Eagle estadounidense, así como con armamento antiaéreo y radares de tecnología rusa. También se levanta en Venezuela una fábrica de rifles Kaláshnikov, un arma que en la actualidad ya emplean las Fuerzas Armadas de Venezuela.
La agencia rusa Interfax señala que los contratos en el campo técnico-militar entre Rusia y Venezuela rondan los 11.000 millones de dólares.
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