Todos los vuelos con destino al aeropuerto internacional Ben Gurión de Tel Aviv fueron desviados hasta nuevo aviso, anunciaron el jueves las autoridades aeroportuarias israelíes, tras varios días de lanzamientos de cohetes desde la Franja de Gaza, controlada por el grupo terrorista Hamas.
La decisión no afecta de momento a los vuelos que salen del aeropuerto, donde también pueden aterrizar aviones privados y cuyo tráfico ya había sido suspendido temporalmente el martes por la noche, según la misma fuente.
Israel vivió este jueves otra jornada violenta, luego de que el grupo terrorista Hamas cohetes lanzí desde la Franja de Gaza hacia el sur, el centro y el norte del territorio israelí.
Poco después de medianoche, las alertas de cohetes se activaron en el sur del país, pero también en la metrópoli de Tel Aviv, por primera vez desde el inicio de la escalada el lunes, así como en el norte. Todos los vuelos con destino al aeropuerto internacional de esa ciudad fueron desviados hasta nuevo aviso.
En la madrugada del jueves, cinco personas resultaron heridas por la explosión de un proyectil que cayó en un complejo residencial de Petaj Tikva, cerca de Tel Aviv, indicaron los socorristas.
Mientras tanto, la aviación israelí bombardeó posiciones de Hamas en la Franja de Gaza, entre ellas los locales relacionados con operaciones de “contraespionaje” y la residencia de Iyad Tayeb, un comandante del movimiento.
El movimiento islamista anunció el miércoles la muerte del jefe de su brazo militar para la ciudad de Gaza, la principal del territorio palestino, mientras que los servicios de inteligencia interiores israelíes anunciaron la muerte de otros altos dirigentes de la organización.
La aviación israelí destruyó un edificio de más de diez plantas que albergaba las oficinas de la cadena de televisión palestina Al Aqsa, creada por Hamas.
“En represalia por el ataque contra la torre Al Shoruk y la muerte de un grupo de dirigentes”, Hamas lanzó el miércoles por la noche más de un centenar de cohetes contra Israel. Muchos fueron interceptados por el escudo antimisiles Cúpula de Hierro.
Desde principios de semana, han caído en Israel más de 1.500 proyectiles, que han provocado siete muertos, entre ellos el niño de seis años, Ido Avigal, y centenares de heridos en poco más de dos días.
Ante el recrudecimiento de los combates, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá de nuevo el viernes, por tercera ocasión en una semana.
Durante las dos primeras videoconferencias, a puerta cerrada, Estados Unidos se opuso a una declaración conjunta para detener los enfrentamientos, al considerarla “contraproductiva” en este momento, según diplomáticos.
Por su parte, Blinken hizo saber en un tuit que le había manifestado la “necesidad de poner fin a los ataques con cohetes y reducir las tensiones”.
Entre bambalinas, la ONU, Catar y Egipto tratan de facilitar una mediación. El jefe de la diplomacia egipcia contactó a su homólogo israelí para tratar, en vano, de convencerle de que paren los bombardeos.
“Lo que está ocurriendo en los últimos días en las ciudades de Israel es insoportable (...) nada justifica este linchamiento de árabes por judíos y nada justifica el linchamiento de judíos por árabes”, declaró Benjamin Netanyahu, que aseguró que Israel se enfrenta a un “combate en dos frentes”.
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