Durante la noche del martes, la ciudad israelí de Tel Aviv y sus suburbios fueron blanco de alrededor de 130 cohetes lanzados por grupos terroristas que controlan la franja de Gaza. El saldo a la madrugada del miércoles -hora local- es de un muerto y al menos ocho heridos.
La magnitud del ataque hacia la capital económica y cultural del país “no tiene precedentes”, dijo al medio británico The Independent el portavoz de la policía local Mickey Rosenfeld.
Los habitantes de la zona tienen experiencia lidiando con situaciones de esta naturaleza, pero ellas suelen tener lugar en regiones donde el conflicto es más palpable, como aquellas cercanas a Gaza o Jerusalén, escenario de los choques que catalizaron la escalada actual.
En testimonios recogidos por Infobae, distintos residentes de Tel Aviv y sus alrededores describieron el desarrollo de los hechos y las acciones que debieron realizar para protegerse de potenciales impactos cuando comenzaron a sonar las alarmas.
Alan Kronik, un estudiante argentino, relató que junto a sus compañeros de departamento se refugió en el cuarto que todas las viviendas nuevas deben adaptar para soportar este tipo de ataques.
“Nos metimos a esperar a que dejara de sonar la sirena -debemos esperar cinco minutos una vez que se apague para salir- pero se extendió durante bastante tiempo. Mientras tanto se escuchaban explosiones de fondo. Cuando quisimos salir volvió a sonar, por lo que tuvimos que volver”, detalló.
Dana Gips, en contraste, no se encontraba en su casa. Explicó que en ese caso, ante la posibilidad de que efectivamente cayeran misiles, averiguó la ubicación del refugio más cercano a la cancha de fútbol donde planeaba jugar un partido con amigas. Y finalmente debió dirigirse allí.
“Estábamos jugando cuando alguien llamó y dijo que probablemente hubiera un ataque. Tuvimos un minuto para llegar. Yo dejé todo en la cancha y fui corriendo. Hubo mucha gente que estaba por la zona y vino con nosotras. Era un lugar preparado, con internet”, dijo.
No obstante, las edificaciones más antiguas no cuentan con este tipo de infraestructura, por lo que sus habitantes deben dirigirse hacia los refugios comunales. Ese fue el caso de Keren -quien prefirió no dar su apellido por motivos de seguridad- quien vive en Kfar Saba, un suburbio de Tel Aviv.
“Apenas suenan las sirenas salimos corriendo para las escaleras. Todos los vecinos cierran las puertas y convierten al lugar en un refugio”, indicó.
Los lanzamientos hacia la región han cesado, pero medios locales continúan reportando choques en otras zonas del país. Las sirenas sonaron hasta altas horas de la noche en el sur, cerca de Gaza. Y el Gobierno israelí declaró el estado de emergencia para la ciudad de Lod -donde convive un porcentaje similar de ciudadanos judíos y árabes- luego de que ciudadanos de este último grupo incendiaran al menos tres sinagogas y numerosos comercios de propiedad de los primeros.
Según The Times of Israel, residentes indicaron que sufrieron cortes de energía y el lanzamiento de bombas incendiarias hacia sus residencias. Además, un hombre de 56 años fue gravemente herido tras recibir el impacto de una piedra cuando se encontraba en su auto. Y oficiales de policía dijeron a Canal 12 que debieron escoltar a algunas personas hacia sus casas por precaución.
El alcalde de la ciudad, Yair Revivo, dijo que la sede de la municipalidad también fue atacada y describió a la situación como una incipiente “guerra civil”. Las autoridades nacionales desplegaron agentes de gendarmería y en un comunicado el gobierno indicó que “el primer ministro Netanyahu ordenó lidiar severamente contra quienes rompan la ley y que se refuercen las unidades en el terreno para restaurar el orden a la ciudad”.
Es improbable que la situación desescale en el futuro cercano. En un discurso televisado durante la noche del martes, Netanyahu aseguró que Hamas “ha pagado y pagará un alto precio” por los ataques, e indicó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continuarán con una ofensiva que “tardará un tiempo” en ser completada.
En la misma línea, el ministro de Defensa y rival político de Netanyahu, Benny Gantz, aseguró que las acciones llevadas a cabo por las fuerzas armadas nacionales “son solo el comienzo”.
Los ataques de mayor calibre llevados a cabo por las FDI hasta ahora tuvieron lugar durante la tarde -hora local- cuando destruyeron un edificio de 12 pisos en el que tenían oficinas varios altos mandos de Hamas.
El Ejército israelí afirmó que los ataques selectivos contra terroristas de Hamas y la Yihad Islámica dejaron al menos 15 muertos, entre ellos el jefe de la unidad de misiles antitanques de Hamas, Iyad Fathi Faik Sharir. Autoridades de Gaza aseguran que la cifra de decesos asciende a 30.
La tensión ha escalado en gran medida en Jerusalén durante este último fin de semana, con tres noches consecutivas de intensos choques entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes. Todo ello coincide con el mes sagrado musulmán de Ramadán -cuando empezaron las tensiones- y el posible desalojo de familias palestinas de sus viviendas en favor de colonos judíos, lo que generó protestas diarias.
Durante el lunes, enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas, el tercer sitio más sagrado del islam, dejaron saldo de más de 300 heridos. Por su parte, la policía israelí reportó que 21 agentes resultaron heridos y uno debió ser hospitalizado.
Funcionarios de Egipto dijeron que estaban tratando de negociar un alto el fuego, pero los esfuerzos de momento parecen haber sido infructuosos. En el interín persiste la incertidumbre para los residentes de Tel Aviv, acostumbrados a no verse alcanzados por los choques. Además se suspendieron las clases a nivel nacional y se alentará el teletrabajo.
“La situación da miedo, no sabes si va a sonar la alarma a la noche”, dijo Dana Gips. “Mi pareja está durmiendo con zapatillas por las dudas. Uno se queda en estado de alerta”.
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