Nuevos choques entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes resultaron en más de 300 heridos este lunes en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este, tras días de disturbios en la ciudad, que hoy marca otra jornada de tensión por la conmemoración israelí del Día de Jerusalén.
Los enfrentamientos con agentes policiales israelíes comenzaron por la mañana y acabaron con 305 heridos, según informó el servicio de emergencias Media Luna Roja, que concretó que más de 205 tuvieron que ser evacuados a hospitales de la ciudad o trasladados a su clínica de campaña. Entre los atendidos, siete de ellos están en estado grave, detalló un portavoz de este mismo servicio médico. Por su parte, la policía israelí reportó que 21 agentes resultaron heridos y uno debió ser hospitalizado.
La tensión ha escalado en gran medida en Jerusalén durante este último fin de semana, con tres noches consecutivas de intensos choques entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes. Todo ello coincide con el mes sagrado musulmán de Ramadán -cuando empezaron las tensiones- y el posible desalojo de familias palestinas de sus viviendas en favor de colonos judíos, lo que generó protestas diarias.
Los enfrentamientos tuvieron un pico importante en la noche entre el pasado viernes y sábado, cuando se extendieron en la Explanada de las Mezquitas y hubo más de 200 heridos en una sola noche.
Esta mañana los incidentes volvieron a tener su epicentro en el mismo recinto -tercer lugar más sagrado para el islam y primero para el judaísmo-. Grupos de palestinos se enfrentaron a las fuerzas de seguridad israelíes mientras estas cargaban, lanzaban granadas de estruendo, balas de goma y usaban métodos de dispersión antidisturbios como gases lacrimógenos, según difundieron medios locales.
Los disturbios de la mañana se extendieron también por los entornos de la Explanada de las Mezquitas y las calles de la Ciudad Vieja, con algunos enfrentamientos incluidos con israelíes en la zona.
Esta jornada es especialmente tensa por la conmemoración del Día de Jerusalén, en que los israelíes celebran lo que consideran la reunificación de la urbe en 1967, que para los palestinos supuso el inicio de la ocupación. Por la tarde está prevista una gran marcha por la Ciudad Vieja -en la parte oriental ocupada de la ciudad- de ultranacionalistas judíos, lo que podría exacerbar las tensiones.
Para contener la situación, según algunos medios, la Policía israelí vetó este lunes el acceso de los judíos en la Explanada de las Mezquitas. De acuerdo con el periódico Haaretz, hasta el momento prohibió el acceso de unas 150 personas, aunque esto no evitó la tirantez.
Según Haaretz, miles de palestinos esperaban en el interior del complejo de Al Aqsa con piedras, barras de hierro y cócteles molotov para impedir una posible entrada de judíos al recinto, y algunos de ellos atacaron la comisaría policial del área.
Ante el aumento de la violencia, el Consejo de Seguridad de la ONU, a petición de Túnez, debe reunirse más tarde este lunes para abordar la situación en Jerusalén.
La policía israelí indicó en un comunicado trabajar para intentar frenar la violencia en la explanada, pero también “en otros sectores de la Ciudad Vieja de Jerusalén”.
“La oración continúa como de costumbre” en el Muro de los Lamentos, lugar sagrado del judaísmo y colindante a la Explanada de las Mezquitas, pero “no dejaremos a los extremistas que amenacen la seguridad del público”, agregó.
El domingo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que su país “seguirá garantizando la libertad de culto, pero no permitirá disturbios violentos”.
(Con información de EFE y AFP)
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