La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, proclamó este jueves la victoria de su Partido Nacional Escocés (SNP) en las elecciones regionales, y aseguró que buscará un nuevo referéndum de independencia “cuando pase la crisis del covid”.
En una declaración formal, la líder nacionalista dijo que, a falta de conocer los resultados definitivos, habrá una clara mayoría en el Parlamento regional en favor de la independencia -formada por su partido y los Verdes- y, por lo tanto, “el pueblo de Escocia debe decidir su futuro cuando la crisis de la covid pase”. Según todos los indicios, el SNP se quedará muy cerca, pero no alcanzará los 65 parlamentarios que le darían la mayoría absoluta.
Sin embargo, el buen resultado de los Verdes, que prevén en torno a nueve diputados, dará a los nacionalistas del SNP un colchón más que suficiente para formar gobierno y demandar una nueva consulta al Gobierno central, después de que en 2014 los escoceses ya hubiesen rechazado la secesión.
Sturgeon calificó de “extraordinario e histórico” el logro de su formación, que gobernará Escocia por cuarta legislatura consecutiva.
“No hay simplemente ninguna justificación democrática para que Boris Johnson, o quien sea, intente bloquear el derecho del pueblo escocés a elegir su propio futuro”, declaró Sturgeon en un discurso y dijo que si los “tories” tratan de impedirlo en Londres “no se pondrán en contra del SNP, sino de la voluntad de la gente de Escocia”.
Más temprano el sábado, el primer ministro del Reino Unido Johnson cerró la puerta a cualquier posibilidad de celebrar un nuevo referéndum de independencia, incluso aunque el Partido Nacional Escocés (SNP) obtenga la mayoría absoluta en el Parlamento regional. Su aprobación es un requisito para la realización de la consulta.
“Creo que un referéndum en el contexto actual es irresponsable y temerario”, dijo el funcionario en una entrevista con el diario The Telegraph, al ser consultado sobre si aceptaría una nueva consulta después de la celebrada en 2014, en la que los escoceses votaron por seguir en el Reino Unido.
Sturgeon, de 50 años, ha impulsado el proyecto independentista apoyándose en el amplio rechazo de los escoceses a un Brexit que les fue impuesto por el resto del país. Y desde hace un año disparó su popularidad gestionando la pandemia de coronavirus con prudencia, determinación y empatía, una política que no quiere sacrificar para acelerar el reclamo de una nueva consulta pese a las presiones.
“Quiero que Escocia sea independiente. Pero primero tenemos que sacar al país” de la crisis del coronavirus, dijo recientemente a la cadena británica BBC. “La gente que se toma en serio la independencia lo entiende”, afirmó.
“Como ministra principal, mi tarea inmediata es hacer todo lo posible por mantenernos a todos tan seguros como sea posible. No hemos combatido aún al covid”, dijo.
Acto seguido, contrastó los resultados de los comicios en Escocia, donde “la mayoría de la gente apoya una visión de futuro progresista e inclusiva”, con lo sucedido en las municipales en Inglaterra, que dieron un fuerte impulso al gobierno conservador de Boris Johnson.
Con información de AFP y EFE
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