Estados Unidos ha desplegado más bombarderos pesados y aviones de combate para proteger a las tropas estadounidenses y de la coalición que se están retirando de Afganistán, pero que hasta ahora no han sufrido ataques directos, dijo el jueves el Pentágono.
“En menos de una semana, la retirada de las tropas va según lo planeado”, dijo a los periodistas el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
El presidente del Estado Mayor Conjunto del Pentágono, Mark Milley, dijo que para defender a las tropas que abandonaban el territorio, se ordenó a seis bombarderos de largo alcance B-52 y 12 cazas F-18 que brinden apoyo de contingencia.
Milley dijo que si bien los grupos insurgentes talibanes lanzan entre 80 y 120 ataques todos los días contra objetivos del gobierno afgano, desde que comenzó la retirada el 1 de mayo “no ha habido ataques contra las fuerzas estadounidenses y de la coalición”.
Casi 20 años después de desplegar tropas en el país para sacar a los talibanes del poder y perseguir a Al Qaeda tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, el mes pasado el presidente estadounidense Joe Biden ordenó la retirada definitiva de 2.500 militares estadounidenses y 16.000 contratistas civiles.
Biden fijó una fecha límite para la retirada en el aniversario este año de los ataques del 11 de septiembre.
Austin y Milley subrayaron que aunque Estados Unidos continúa trabajando en estrecha colaboración con las fuerzas de seguridad afganas, la relación cambiará con la retirada.
Según ellos, el apoyo de Estados Unidos continuará a través de financiamiento y “logística en el horizonte”: apoyo militar de bases y barcos estadounidenses ubicados a varios kilómetros de distancia, dijo Austin.
Milley enfatizó que, en medio de las expectativas generalizadas de que los talibanes podrían tomar el poder del gobierno tras la retirada de Estados Unidos, no se debe presumir la desaparición de las fuerzas afganas.
“Las Fuerzas de Seguridad Nacional de Afganistán y el Gobierno de Afganistán en este momento siguen estando cohesionados”, dijo Milley. “La intención del presidente de Estados Unidos es apoyar a ambos”.
Milley agregó que Estados Unidos está en conversaciones con el gobierno afgano sobre cómo mantener su fuerza aérea en funcionamiento para brindar apoyo efectivo a las tropas gubernamentales en el terreno.
La fuerza aérea afgana depende en gran medida de los técnicos extranjeros que se incluyen en los 16.000 contratistas que se están retirando.
“Mucho de eso dependerá de las condiciones de seguridad en el terreno”, dijo Milley. “La intención es mantener a la fuerza aérea afgana en el aire y brindarles apoyo de mantenimiento continuo”, agregó.
Con información de AFP
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