Israel permitirá el turismo de personas vacunadas contra el COVID-19 desde el 23 de mayo y las autoridades de Tel Aviv, su centro económico y segunda localidad más grande, ya refuerzan su campaña para que la ciudad reviva con sus principales atractivos turísticos luego de un año de aislamiento por la pandemia.
“Ha sido un año largo pero nos hemos mantenido en forma. Ahora que Tel Aviv está vacunada, todo lo que nos queda es practicar para lo real”, señala un spot publicitario que se difunde por redes sociales y medios de comunicación y que describe en tono cómico cómo se prepara la ciudad y sus habitantes para la pronta reapertura al turismo extranjero.
El país avanza hacia una vuelta a una normalidad casi completa tras una rápida campaña de vacunación con la que inmunizó más de la mitad de su población. Esto derivó en un descenso progresivo de la tasa de morbilidad, muertos e ingresos hospitalarios en estado grave por el virus, en este momento menos de un centenar.
“Después de abrir nuestra economía, ha llegado el momento de facilitar el turismo de una manera considerada y cuidadosa”, declaró el ministro de Salud israelí, Yuli Edelstein, que ha defendido que “Israel es la primera nación vacunada” contra el COVID-19 del mundo. “La reapertura del turismo es un desarrollo importante para una de las industrias que han sido más castigadas durante el año de la pandemia”, añadió.
En la misma línea se expresó el ministro de Turismo, Orit Farkash HaCohen, que ha destacado que “es hora de que Israel disfrute la ventaja de ser un país seguro y sano”.
Semanas atrás, los israelíes dejaron de estar obligados a llevar mascarilla en espacios exteriores. Sin embargo, el Gobierno israelí apela a mantener la cautela ante las nuevas variantes. El martes identificó los dos primeros casos de la cepa brasileña y alertó sobre un primer caso de lo que describió como “variante chilena”.
En la primera fase del plan para el inicio de la vuelta de turistas extranjeros, las autoridades israelíes únicamente permitirán la entrada de individuos que viajen en grupos, al considerar que, bajo esta fórmula, es más fácil la vigilancia epidemiológica, según han explicado los ministerios de Salud y Turismo del país en un comunicado. Posteriormente, estudiarán la posibilidad de permitir el ingreso a visitantes regulares en base al estudio piloto.
Las personas que quieran viajar a Israel tendrán que someterse a una PCR antes de embarcar y, a su llegada al aeropuerto, a otra PCR o a un test serológico.
Actualmente, Israel no reconoce ningún certificado extranjero de vacunación contra el COVID-19, aunque las autoridades israelíes mantienen conversaciones con varios países para dar el paso. Además, cualquier persona vacunada que viaje al país tiene que guardar cuarentena hasta que se someta a un test serológico que muestre su nivel de anticuerpos contra la enfermedad.
La fronteras de Israel llevan cerradas para los visitantes extranjeros un año, con muy pocas excepciones contempladas. En abril, el Gobierno anunció que los extranjeros con un pariente de primer grado ciudadano o residente permanente en Israel pueden visitar Israel, bajo un sistema similar al que va a ponerse en marcha para los turistas vacunados.
Con información de EuropaPress y EFE
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