Los ministros de Relaciones Exteriores del G-7, representantes de las siete democracias liberales más ricas del planeta, comenzaron a analizar este martes en Londres, en su primer encuentro presencial en más de dos años, cómo dar respuestas conjuntas a amenazas mundiales como China.
Las situaciones en Rusia, Birmania, el Sahel o Siria figurarán también en la agenda de dos días de conversaciones organizadas por el Reino Unido, que este año preside del grupo, antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno prevista del 11 al 13 de junio en el suroeste de Inglaterra.
Tras una cena de bienvenida el lunes, centrada en los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, los ministros iniciaron el martes contactos formales en Lancaster House, en el oeste de Londres, dándose la bienvenida con codazos amistosos.
El G-7 dedicó la primera sesión a China, cuyo creciente peso militar y económico, y voluntad de ejercer su influencia fuera del país, preocupa cada vez más a las democracias occidentales.
“No es nuestro propósito intentar contener a China”, dijo el lunes a los periodistas el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. “Lo que intentamos hacer es mantener un orden internacional basado en normas en el que nuestros países han invertido tanto durante tantas décadas en beneficio, diría yo, no sólo de nuestros propios ciudadanos, sino de la gente de todo el mundo, incluida, por cierto, China”, aseguró.
Blinken prometió una “sólida cooperación” con el Reino Unido para presionar a Beijing sobre la región de Xinjiang, donde la reclusión de un millón de uigures y otros musulmanes ha sido calificado de genocidio por Washington, y sobre la represión de los derechos civiles en Hong Kong, excolonia británica devuelta a soberanía china en 1997.
“TRABAJAR CON CHINA”
Pese a la creciente tensión diplomática entre Londres y Beijing, Raab se alineó con el gobierno de Joe Biden, que ha cambiado el tono respecto a la postura beligerante del expresidente Donald Trump. Y pidió “encontrar formas constructivas de trabajar con China de una manera sensata y positiva donde sea posible”, incluyendo el cambio climático. “Queremos que China asuma el papel que le corresponde”, dijo Raab.
Los países del G-7 -entre los que se encuentran también Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón- comparten en su mayoría la preocupación por China, pero con enfoques diferentes.
Tokio tiene tensiones históricas con Beijing pero se ha abstenido de unirse a los países occidentales con sanciones, por temor a inflamar las relaciones con su gigantesco vecino y socio comercial.
La Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean) participa como invitada en el encuentro junto a India, Australia, Corea del Sur, Sudáfrica y los representantes de la Unión Europea, entre ellos el jefe de su diplomacia, el español Josep Borrell.
“La presidencia británica del G-7 es una oportunidad para aglutinar a las sociedades democráticas y abiertas y dar muestras de unidad en este momento tan necesario para enfrentar los desafíos comunes y las amenazas crecientes”, afirmó Raab en un comunicado.
En esta primera reunión física de cancilleres del G-7, los encuentros se realizan siguiendo un estricto protocolo debido a la pandemia, con delegaciones reducidas, mascarillas, distancia física y mamparas transparentes.
Reino Unido, que registró más de 127.500 muertos confirmados por covid-19, está progresivamente levantando su tercer confinamiento, impuesto desde enero, a medida que avanza la campaña de vacunación y que los contagios disminuyen, pese a que otros países viven un recrudecimiento.
Estas disparidades han generado llamados a favor de una acción internacional reforzada, en particular un acceso mayor a las vacunas.
“Ninguno” de los “desafíos a los que nos enfrentamos” los puede “superar eficazmente un solo país que actúe en solitario, ni siquiera Estados Unidos o el Reino Unido”, afirmó Blinken el lunes en rueda de prensa conjunta con Raab.
Desde su salida de la UE el año pasado, Reino Unido ha vuelto su mirada hacia la región Asia-Pacífico.
En la cumbre, que se extenderá hasta este miércoles, también se hablará sobre estrategias conjuntas para combatir el cambio climático, así como planes para mejorar la educación de las niñas en todo el mundo e impulsar los derechos humanos, según avanzó el Gobierno británico.
A la reunión ministerial, que servirá para preparar la próxima cumbre de líderes programada en junio en Cornualles (suroeste de Inglaterra), han sido invitados representantes de la India, Australia, Suráfrica y Corea del Sur, un gesto que subraya la importancia geopolítica para el Reino Unido de la región del Indopacífico.
(Con información de AFP y EFE)
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