Los casos semanales de coronavirus a nivel mundial, que no dejaban de subir desde mediados de febrero, bajaron por primera vez la pasada semana con respecto a la anterior. Según indicó la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mitad de los infectados pertenecen a Brasil y la India, actual epicentro de la pandemia.
La cifra de contagios semanales ascendió a 5,69 millones, cuando en la semana del 19 al 25 de abril habían sido 5,73 millones, mostrando por fin un descenso de la curva global de casos.
“Hubo más casos en las pasadas dos semanas que en los primeros seis meses de pandemia, y la India y Brasil representan más de la mitad de los casos de la semana pasada, aunque hay muchos otros países en el mundo que afrontan una frágil situación”, alertó en una rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En contraste con la desaceleración de los contagios, la cifra de fallecidos en la semana pasada (93.000) fue todavía superior a los 88.000 de la anterior, y se acerca a las cifras récord de enero, cuando se rozaron los 100.000 fallecimientos semanales por COVID-19.
En el acumulado desde el inicio de la pandemia, los casos de COVID-19 superan los 152 millones, y los muertos son casi 3,2 millones.
En la India, que ya superó los 400.000 casos diarios y sigue batiendo récords de contagios diarios (aunque las cifras crecen con menor lentitud que hace una semana), la OMS sigue ayudando con distribución de equipos tales como concentradores de oxígeno y hospitales móviles.
Tedros añadió que ante la terrible situación de la red sanitaria india, que impide a muchos pacientes ser hospitalizados, la OMS ha iniciado una campaña de información sobre cómo cuidar en casa a los pacientes que no pueden ser ingresados en centros sanitarios.
“Lo que ha ocurrido en la India y Brasil puede suceder en cualquier parte si no tomamos las precauciones que hemos pedido desde el inicio de la pandemia”, señaló el funcionario en alusión a las conocidas medidas de llevar mascarilla, evitar lugares concurridos, lavarse frecuentemente las manos o ventilar la casa.
Tedros subrayó por otro lado que el programa COVAX de distribución de vacunas a países de medianos y bajos recursos, al que la farmacéutica Moderna ha acordado donar 500 millones de dosis, ha repartido ya en más de 120 países unos 50 millones de vacunas, aunque “sigue enfrentando problemas de suministro”.
El máximo responsable de la OMS subrayó que COVAX y el resto de iniciativas para desarrollar vacunas, tratamientos y diagnósticos sigue necesitando unos 19.000 millones de dólares adicionales este año y probablemente necesitará entre 35.000 y 45.000 millones de dólares para seguir las vacunaciones en 2022.
En este sentido, Tedros aseguró que los países del G7, que el próximo mes celebran una cumbre de líderes, “pueden movilizar gran parte de esos fondos y liderar un esfuerzo global para acelerar la vacunación alrededor del mundo”.
A este respecto, el enviado especial de la ONU para Educación Global y ex primer ministro británico Gordon Brown señaló en la misma rueda de prensa que “los países más ricos tienen poder para hacerse cargo de dos tercios de los costes que requieren estas necesidades sanitarias globales”.
Ampliando a los 30 países más ricos, este porcentaje que podría costearse mediante sus aportaciones se elevaría al 90 por cien, añadió Brown, quien también pidió la participación de entidades financieras como el Banco Mundial (BM) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) en esta misión.
Con información de EFE
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