Kirguistán anunció el viernes que los intensos combates que enfrentaron sus tropas con las del vecino Tayikistán cesaron, tras un saldo de al menos 31 muertos.
Estos incidentes, que estallaron el jueves, son los más intensos en años entre los dos países de Asia Central, que se disputan varios territorios.
Los combates estallaron en torno al enclave tayiko de Voruj, en territorio kirguiso, una zona montañosa y pobre, donde los incidentes son regulares, pero que nunca habían alcanzado tal intensidad.
La primera viceministra de Salud y Desarrollo Social kirguís, Aliza Soltonbekova, dijo en una comparecencia televisada que su país contabilizaba 31 muertos y 119 heridos.
En un balance anterior el ministro kirguís de Salud habló de 13 muertos y unos 120 heridos. Entre las víctimas en Kirguistán se encuentra una adolescente, precisó.
Tayikistán, un país aislado y bajo un régimen autoritario, no comunicó por su parte ningún balance oficial, pero unos 11.500 habitantes fueron evacuados.
Los cancilleres de ambos países acordaron una “tregua completa” a partir de las 20:00 (14:00 GMT) del jueves y la “retirada de tropas hacia sus anteriores lugares de despliegue”, según un comunicado oficial de Kirguistán.
Los tiros esporádicos en la región cesaron hacia las 12:00 de este viernes, según la versión kirguís. Tayikistán señaló también de su lado que las dos partes llegaron a “un acuerdo mutuo para poner fin al conflicto armado y retirar al personal y equipamiento militar hacia los lugares de despliegue permanente”.
Según el servicio de prensa del presidente kirguís, Sadir Zhapárov, éste se entrevistó con su homólogo tayiko, Emomalí Rajmón, “en territorio neutral” en la frontera el viernes. Los problemas serán resueltos “en los próximos días”, aseguró la nota oficial de Biskek.
El presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, también medió entre ambos países, y el ruso Vladimir Putin se declaró dispuesto a hacer lo mismo.
Enfrentamientos recurrentes
Entre ambos países existen diferencias por la demarcación de extensos territorios durante la época de la Unión Soviética, en particular en lo que concierne al reparto del fértil valle de Fergana, que comparten también con Uzbekistán. El trazado de fronteras separó a algunos grupos de su país de origen.
Más de un tercio de la frontera kirguiso-tayika es objeto de disputa, especialmente la zona en torno al enclave tayiko de Voruj, y las rivalidades se han acentuado por el acceso al agua.
Ambas partes se culparon mutuamente de los enfrentamientos.
El Comité de Seguridad Nacional de Kirguistán afirmó que Tayikistán había “provocado deliberadamente un conflicto” en ese punto de la frontera y acusó a su adversario de haber “instalado posiciones para efectuar tiros mortales”.
Por su parte, el Consejo Nacional de Seguridad de Tayikistán acusó al ejército kirguís de haber abierto fuego contra las tropas tayikas “situadas en el sitio de distribución de agua de Golovnaya, aguas arriba, en el río Isfara”.
Tayikistán afirmó que la víspera estalló un conflicto entre civiles y que siete tayikos resultaron heridos cuando les lanzaron piedras.
En septiembre de 2019, varios tiroteos se saldaron con la muerte de tres guardas fronterizos tayikos y de un kirguís.
Rajmón se reunió en julio de 2019 con el presidente kirguís de aquel entonces, Sooronbai Jeenbekov, y ambos protagonizaron un simbólico estrechón de manos en Isfara, en Tayikistán.
Pero estas negociaciones sobre la “delimitación de las fronteras nacionales” y la “prevención y resolución de conflictos fronterizos” no arrojaron ningún resultado.
Con información de AFP
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