Los habitantes del pueblo de Italia que fue el foco inicial de la pandemia ahora son “superinmunes” al COVID-19: la teoría de los expertos

Especialistas observaron en Vo’ Euganeo que los anticuerpos aumentaron en algunas personas que ya habían tenido coronavirus y tuvieron contacto con personas positivas meses después. Creen que la misma dinámica puede ocurrir con los vacunados

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Investigadores realizan test de anticuerpos en Vo' Euganeo (EFE/EPA/ Nicola Fossella)
Investigadores realizan test de anticuerpos en Vo' Euganeo (EFE/EPA/ Nicola Fossella)

Los científicos están investigando la presencia de personas “superinmunes” al COVID-19 en el pequeño pueblo del Norte de Italia donde ocurrió la primera muerte por el coronavirus en Europa.

Vo‘ Euganeo, una pequeña ciudad rural de 3.275 cerca de Padua, en Véneto, se convirtió en un laboratorio a gran escala cuando se convirtió en el primer foco de la pandemia en Italia en febrero de 2020.

El COVID-19 comenzaba a difundirse en el país y, mientras el mundo observaba, Vo‘ fue la primera ciudad en ser puesta en una cuarentena estricta, vigilada por el ejército. También fue la única donde los médicos pudieron testear a todos los 2.812 habitantes.

Los soldados se marcharon hace mucho tiempo, pero los médicos se quedaron y continuaron realizando pruebas.

Ahora, los científicos descubrieron que los anticuerpos producidos por los lugareños tras contagiarse de COVID-19 todavía estaban muy fuertes nueve meses después, más de lo que predijeron algunos expertos.

“También encontramos que en algunos casos sus niveles de anticuerpos aumentaron, en lugar de desaparecer, durante ese tiempo”, explicó al diario británico The Times Enrico Lavezzo, un microbiólogo de la Universidad de Padua, que está realizando las pruebas.

Lavezzo y sus colegas llegaron a la conclusión al analizar 2.602 habitantes en busca de anticuerpos en mayo y establecieron que 162 eran inmunes tras haberse contagiado en febrero o a principios de marzo.

Imagen de archivo de miembros del Ejército italiano utilizando mascarillas mientras revisan el permiso de un conductor para entrar a la zona roja de Turano Lodigiano, cerca de Vo', cerrada debido al brote de coronavirus en el norte de Italia, en Turano Lodigiano, Italia [26 de febrero de 2020] (Reuters/ Yara Nardi/ archivo)
Imagen de archivo de miembros del Ejército italiano utilizando mascarillas mientras revisan el permiso de un conductor para entrar a la zona roja de Turano Lodigiano, cerca de Vo', cerrada debido al brote de coronavirus en el norte de Italia, en Turano Lodigiano, Italia [26 de febrero de 2020] (Reuters/ Yara Nardi/ archivo)

De estos 162 residentes, 156 volvieron a ser testeados nueve meses después, en noviembre. De estos, 129 de ellos todavía tenían anticuerpos.

Según el estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Padua en colaboración con el Imperial College de Londres, de las 129 personas que aún tenían anticuerpos nueve meses después del brote inicial, 16 mostraron más del doble de los niveles que tenían en mayo. Entre las posibles causas del aumento de anticuerpos se encuentra la reexposición al virus. El estudio está siendo revisado por pares.

“Más de la mitad de los 129 mostraron una disminución en los anticuerpos nueve meses después, pero aún eran suficientes para protegerse del virus”, dijo Lavezzo.

El equipo descubrió que los ex-pacientes que tuvieron síntomas durante su pelea contra el COVID mantuvieron mejor su nivel de anticuerpos con el tiempo si tenían un índice de masa corporal más alto. En algunas pruebas, cuanto mayores eran los sujetos, más tiempo quedaban sus anticuerpos.

Sin embargo, el hallazgo más destacado fueron los 16 sujetos cuyos anticuerpos en noviembre eran más del doble del nivel que tenían en mayo.

“Creemos que es porque tuvieron un contacto con alguien que dio positivo después de mayo”, dijo Lavezzo. “El virus entró en su cuerpo, infectó algunas células pero fue rápidamente eliminado por los anticuerpos que ya tenían. Pero sucedió algo más: el virus estimuló la producción de aún más anticuerpos. Ninguno presentó síntomas“.

Nueve de estas dieciséis personas confirmaron que tuvieron posibles contactos con un positivo entre mayo y noviembre.

“Un colega de la oficina lo tuvo en octubre y terminó en el hospital”, dijo. “Sabía que ya tenía anticuerpos gracias a haber tenido COVID en febrero, por lo que es posible que haya sido descuidado con él”, dijo Raffaela Frasson, de 53 años y uno de los casos superinmunes.

Una ambulancia en Codogno, el otro foco inicial del coronavirus en el norte de Italia (Claudio Furlan/LaPresse vía ZUMA/ DPA)
Una ambulancia en Codogno, el otro foco inicial del coronavirus en el norte de Italia (Claudio Furlan/LaPresse vía ZUMA/ DPA)

“Muchos virus estimulan la producción adicional de anticuerpos cuando hay un contacto”, explicó por su parte Lavezzo. “Lo que vimos aquí con COVID es que un contacto puede duplicar con creces los anticuerpos que ya tienes y eso realmente extiende el tiempo que estás protegido”.

“Lo que no sabemos es si durante ese breve y menor contagio te vuelves contagioso”, dijo el investigador.

Pero hay más. Lavezzo cree que el aumento de anticuerpos provocado por un nuevo contacto funciona no solo para las personas que han tenido COVID-19, sino también para aquellos que han sido vacunados, lo que significa que la protección que ofrece una vacuna puede fortalecerse si el destinatario entra en contacto con un caso positivo.

“Una vacuna es una exposición artificial a un patógeno”, dijo Lavezzo a NBC News. “Es como promover la memoria inmunológica de quienes se vacunan, por lo que la próxima vez que entren en contacto con el virus, su respuesta puede ser más rápida y fuerte”.

Si bien se han encontrado los llamados superinmunes en otras partes del mundo, es raro que los anticuerpos de las personas aumenten en lugar de disiparse.

Comprender cómo desencadenar una respuesta de este tipo podría ser fundamental para derrotar al COVID-19.

El descubrimiento de superinmunes no es el primer estudio de Vo ‘que ofrece información sobre el coronavirus.

En marzo de 2020, cuando la mayoría del mundo todavía veía al COVID-19 como una enfermedad que afectaba a poblaciones remotas, Lavezzo y otros investigadores encontraron que el 42,5 por ciento de las personas infectadas en Vo ‘eran asintomáticas. El hallazgo influyó en la decisión de la región de Véneto, donde se encuentra Vo‘, en aumentar los esfuerzos por testear, rastrear y aislar el virus. El enfoque de Vo’ Euganeo fue un caso elogiado a nivel internacional.

Entre los datos que está recopilando el equipo de Lavezzo, también se encuentra el mapa genético de la población para ver si algo en su ADN los ayudó a defenderse del virus.

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