El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó que la estampida de Merón fue uno de los peores “desastres” de la historia del país y declaró un duelo nacional para el domingo. En su visita al lugar de la tragedia, envió un mensaje a las familias de las víctimas y prometió una “investigación exhaustiva, seria y profunda” para asegurase “de que tal desastre no se repita”.
“El domingo, celebraremos un día nacional de duelo tras el desastre del Monte Merón, uno de los desastres más graves que ha sufrido el Estado de Israel. Todos nos uniremos al dolor de las familias y rezaremos por el bienestar de los heridos”, comenzó su discurso el mandatario, que fue publicado en su cuenta de Twitter.
Luego dijo que gran parte de los que han fallecido aún no fueron identificados, y agregó: “Quiero evitar difundir rumores en las redes sociales porque esto está desgarrando el corazón de las familias. Que trabajen las autoridades. También debo señalar que hubo una operación de rescate rápido por parte de la policía, las fuerzas de rescate y seguridad y les estamos agradecidos. Ellos evitaron un desastre mucho mayor”.
Por último, prometió “una investigación exhaustiva, seria y profunda” para asegurarse de que “tal desastre no se repita”. “Me gustaría declarar un día nacional de luto el domingo. Unámonos todos con el dolor de las familias y una oración por la paz de los heridos”, concluyó.
Al menos 45 personas murieron y unas 150 resultaron heridas -una veintena de ellas graves- en una estampida humana durante la multitudinaria celebración judía de Lag Baomer en el Monte Merón de Galilea, en el norte de Israel, entre la noche de jueves y la madrugada de hoy, en uno de los incidentes más trágicos de la historia reciente del país.
Unos 100.000 religiosos -en su mayoría ultraortodoxos- se habían congregado en el significativo monte donde se celebraba esta fiesta marcada por cánticos, bailes y hogueras, en el evento más concurrido en el país desde el inicio del coronavirus, que en la madrugada de este viernes derivó en una avalancha que acabó con la vida de casi medio centenar de personas que murieron aplastadas al quedar atrapadas en un estrecho recinto.
Los servicios médicos, cuerpos policiales y soldados del Ejército -que destinaron tropas de rescate sobre el terreno- estuvieron toda la noche atendiendo y evacuando heridos a los hospitales, y gestionando una situación de emergencia caótica debido a la enorme multitud concentrada.
Un gran número de ambulancias y helicópteros llegaron al lugar para trasladar a los heridos a centros médicos del norte y el centro de Israel. Una veintena de ellos permanecen en estado crítico, y las víctimas mortales podrían aumentar.
En las últimas horas, el Ministerio de Transporte envió cientos de autobuses y trenes para que los religiosos aún congregados en la zona pudieran volver a casa. Según el digital Times of Israel, muchos hombres, mujeres y niños continuaban en el Monte Merón, sin indicaciones claras sobre qué transporte tomar.
IDENTIFICACIÓN DE LAS VÍCTIMAS
La Policía israelí ha abierto pesquisas para indagar lo sucedido, en tanto que una investigación preliminar determinó que la tragedia fue causada por una avalancha en el recinto de un grupo jasídico denominado Toldot Aharon, según la emisora pública Kan.
Esta mañana la Policía comenzó a identificar a las víctimas “y trabaja para localizar a los desaparecidos”, dijo en un comunicado donde solicitó a los familiares que aporten datos concretos que puedan ayudar a identificar a sus seres queridos.
“En esta hora difícil, las palabras no pueden ofrecer consuelo ni pueden describir la magnitud del dolor causado”, declaró el ministro de Defensa, Beny Gantz, que expresó por Twitter su “más sentido pésame con las familias que perdieron a sus seres queridos”.
Gantz añadió que las autoridades están “totalmente comprometidas con investigar los fallos” que pudo haber, “sacar las conclusiones necesarias y aplicarlas en el futuro para que este tipo de tragedias nunca se repita”.
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