El servicio de inteligencia de Interior alemán vigilará al movimiento anti-restricciones contra la enfermedad de COVID-19 denominado “Querdenker” (“Pensadores transversales”) ante la creciente radicalización de sus seguidores.
Dicho movimiento es el principal convocante de las marchas contra las restricciones que se desarrollan desde el inicio de la pandemia en Alemania.
En ellas confluyen desde ciudadanos descontentos a comerciantes afectados por los cierres de su actividad o seguidores de teorías conspirativas, pero también se ha observado una creciente presencia de ultraderechistas.
En varias de estas marchas, especialmente en Berlín o en Stuttgart (sur del país), se han producido incidentes con las fuerzas policiales, ya sea porque una mayoría de los asistentes no respetaban las normas de distanciamiento y uso de la mascarilla o por detectarse entre ellos a extremistas.
En una de esas concentraciones hubo incluso un intento de asalto al edificio del Bundestag (Parlamento federal), protagonizado por un grupo de los llamados “Reichsbürger” (“Ciudadanos del Reich”), un movimiento radical que no reconoce la autoridad ni las fronteras de la República Federal de Alemania (RFA).
Asimismo, se han producido frecuentes agresiones a representantes de los medios de comunicación y ataques a las fuerzas policiales, además de amenazas a políticos de la gran coalición de gobierno, los Verdes o la Izquierda.
En las últimas 24 horas, Alemania registró 22.231 nuevos casos de coronavirus, que representa un leve descenso de la incidencia semanal, con 160,6 nuevos positivos por cada cien mil habitantes, según el Instituto Robert Koch (RKI) de virología.
La cifra supone una ligera bajada respecto a los 167,6 del martes pero todavía está muy por encima de los 100 que sirven como referencia en todo el país para aplicar el llamado “freno de emergencia” a nivel federal por el que se aplican medidas más estrictas contra la pandemia, como el toque de queda entre las 22.00 y las 05.00 horas.
(Con información de EFE)
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