El Gobierno búlgaro anunció hoy la expulsión de un diplomático ruso luego de que la Fiscalía anunciase el miércoles una investigación sobre la implicación de seis supuestos agentes rusos en la explosión de cuatro polvorines en los últimos diez años.
”El Ministerio de Exteriores exige a los responsables del cumplimiento de la ley en la Federación Rusa prestar total cooperación a las autoridades búlgaras en la investigación”, afirmó un comunicado de ese departamento.
La expulsión se dio a conocer después de un encuentro entre la ministra de Exteriores búlgara en funciones, Ekaterina Zaharieva, y la embajadora rusa, Eleonora Mitrofánova.
Exteriores también exige a las autoridades rusas colaboración para que respondan ante la justicia los responsables del intento de asesinato, en 2015, de tres ciudadanos búlgaros con un veneno parecido al Novichok.
Zaharieva asegura que Bulgaria se reserva el derecho a tomar medidas adicionales e insistió que los funcionarios rusos acreditados en el país balcánico deben abandonar toda actividad incompatible con las labores diplomáticas.
Este es el tercer diplomático ruso expulsado de Bulgaria en lo que va de año y el octavo desde 2019, lo que ha tensado las relaciones bilaterales.
Otros dos diplomáticos rusos fueron expulsados en marzo acusados de espionaje y de captar a seis militares búlgaros que les entregaban información confidencial y que ya fueron detenidos.
La Fiscalía búlgara anunció ayer que investiga la posible implicación de agentes rusos en la explosión de cuatro depósitos de armas entre 2011 y 2020, así como nexos con sucesos similares ocurridos en 2014 en República Checa.
Los cuatro polvorines que explotaron tenían armamento destinado a Georgia y Ucrania, países enfrentados a Moscú, y gran parte del material era del empresario Emilian Gebrev, que sufrió un intento de asesinato en 2015 del que la Justicia búlgara responsabiliza a la inteligencia militar rusa (GRU).
Gebrev también tenía material militar en los dos depósitos que explotaron en República Checa en 2014, en los que murieron dos trabajadores, y que el Gobierno checo atribuyó este mes al GRU, lo que ha desatado una crisis entre Praga y Moscú.
La investigación búlgara se centra en seis ciudadanos rusos cuya llegada a Bulgaria coincidió con las explosiones y el envenenamiento en 2015 del empresario.
La Fiscalía búlgara ya presentó en enero de 2020 cargos contra tres ciudadanos rusos que se cree que pertenecen al GRU por intentar asesinar con una sustancia parecida a Novichok a Gebrev, su hijo y un ejecutivo de su empresa en abril y mayo de 2015.
Entre los sospechosos se encuentra el general que supuestamente supervisó al equipo que intentó matar al exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia con Novichok en Reino Unido en 2018.
(Con información de EFE)
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