El primer ministro australiano, Scott Morrison, anunció este miércoles que destinará unos 579 millones de dólares para la modernización de cuatro bases militares del norte del país y garantizar los ejercicios militares con Estados Unidos y otros aliados en el Indo-Pacífico. El anuncio tiene lugar en medio de crecientes tensiones con China, tanto del país oceánico como de otros aliados a nivel global.
”Es una inversión que no solo mantendrá a los australianos seguros sino que protegerá nuestros intereses nacionales en lo que es un mundo incierto y en una muy incierta región, en donde hay muchas presiones”, dijo Morrison a periodistas en Darwin, en el Territorio Norte.
Esta inversión, que incluye el desarrollo de simulaciones de batallas espaciales y el uso de nuevas tecnologías, forma parte del plan de mejora de las infraestructuras militares del Territorio Norte, una zona estratégica cercana al Sudeste Asiático.
Morrison remarcó que la expansión de los objetivos de las fuerzas de Defensa “está diseñada en la persecución de la paz”. Las acciones parecen tener como catalizador principal las tensiones crecientes con China, su principal socio comercial, con el que tuvo roces por temas como la libre navegación, Hong Kong, temas de derechos humanos o interferencia en asuntos domésticos.
Asimismo, el mandatario comentó que su Gobierno considerará cancelar un acuerdo de licitación a largo plazo del Puerto de Darwin a una empresa China, concedida por el Territorio Norte en 2015, si las autoridades competentes consideran que afecta a los intereses nacionales.
En los últimos días el ministro de Defensa, Peter Dutton, alertó de que “China estaba militarizando los puertos en toda nuestra región”, mientras el secretario del Interior, Mike Pezzullo, comentó que las democracias liberales deberían prepararse para una guerra, sin dar detalles.
La semana pasada, el Gobierno de Australia ejerció por primera vez los poderes para vetar acuerdos entre sus jurisdicciones y naciones extranjeras al revocar dos convenios entre China y la región de Victoria al alegar la defensa del interés nacional. La revocatoria afectó a memorandos de entendimiento suscritos en 2018 y 2019 sobre proyectos vinculados a la Nueva Ruta de la Seda, un plan estratégico de Pekín.
China, por su parte, ha impuesto aranceles a varias exportaciones australianas a la nación asiática.
El subjefe de la Misión China en Australia, Wang Xining, se refirió específicamente al deterioro de las relaciones la semana pasada y dijo que la relación comenzó a deteriorarse en 2018, cuando Australia decidió excluir a la empresa de telecomunicaciones Huawei de su red de 5G.
La nación oceánica aprobó en los últimos años una serie de leyes para bloquear la supuesta injerencia extranjera en la política y economía del país, sin citar directamente a China, sobre quien recaen sospechas de posibles ataques informáticos contra universidades y entes gubernamentales.
También tomó acciones a nivel internacional, entre ellas su participación en el Quad, un grupo que integra junto a Japón, India y Estados Unidos y cuyo objetivo principal es efectivamente contrarrestar la influencia de China en la región del Indo-Pacífico.
Los países celebraron su primera reunión a mediados de marzo y, en una conferencia de prensa posterior, el el asesor de Seguridad Nacional del país norteamericano Jake Sullivan dijo que los cuatro estados “no se hacen ilusiones” con respecto al gigante asiático.
Y en una velada referencia a Beijing, expresó: “Hablaron de la competición entre autocracia y democracia y acordaron que la democracia es el mejor sistema para cumplirle a la gente”.
(Con información de EFE)
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