La junta militar de Birmania condicionó este martes su compromiso de acabar con la violencia contra civiles, como acordó el fin de semana con sus socios del Sudeste Asiático, a que el país “vuelva a la estabilidad”, mientras se intensifican las protestas y los enfrentamientos entre el Ejército y las guerrillas de minorías étnicas.
En un comunicado publicado por el periódico oficialista New Light of Myanmar, la junta militar expresó que “considerará con cuidado las sugerencias” de los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) “cuando vuelva la estabilidad al país”, pues las prioridades actuales son “mantener la ley y el orden y restablecer “la paz de la comunidad y la tranquilidad”.
El pasado sábado, el jefe de la junta birmana, el general golpista Min Aung Hlaing, asistió a una reunión de ASEAN en Yakarta, donde se comprometió a frenar la violencia contra los civiles, iniciar el diálogo y aceptar a un mediador para solventar la crisis.
Sin embargo, el general Hlaing recalcó en declaraciones a la televisión estatal que se considerará permitir una visita de la delegación de ASEAN “dependiendo de la estabilidad del país”.
La aclaración de los uniformados no pareció sorprender al autodenominado Gobierno de Unidad Nacional, formado por cargos electos contrarios a la junta, que acusó a los militares este martes de quebrantar su compromiso de parar la violencia contra civiles al “acosar” a manifestantes pacíficos.
A la denuncia del Ejecutivo paralelo se unió la del a ONG Human Rights Foundation of Monland, que indicó que al menos una manifestante falleció el lunes a causa de los disparos de las fuerzas de seguridad y varios fueron detenidos en la localidad de Nyaungshwe, en el estado Shan.
El relator de Naciones Unidas para Birmania (Myanmar), Thomas Andrews, pidió hoy al jefe de la junta militar birmana, que cumpla con sus recientes promesas de poner fin a la violencia en el país, ante las dudas surgidas sobre este compromiso.
”El pueblo birmano, que ha protestado pacíficamente en el país para pedir la restauración de la democracia, necesita saber y merece saber si va a honrar el compromiso”, señaló el relator en una carta dirigida al general.
Andrews envió el documento después de que el general Hlaing acordara el fin de semana con los países socios del sureste asiático el fin de la violencia contra civiles, una promesa que hoy la junta militar matizó y condicionó a que el país “regrese a la estabilidad”.
”Espero que honre el derecho fundamental del pueblo de Birmania a expresar libremente sus puntos de vista sin miedo a resultar heridos, ser asesinados o detenidos arbitrariamente”, insistió el relator de la ONU.
PROTESTAS “RELÁMPAGO”
Este descontento se trasladó a las calles de las grandes ciudades, donde las protestas retomaron vigor hoy en una nueva modalidad “relámpago” que consiste en marchas poco voluminosas y de tiempo limitado cuya ubicación se decide en el último momento.
Este tipo de movilizaciones se pudieron observar este martes en Rangún con la marcha de entre cien y doscientas personas con pancartas y haciendo el gesto de los tres dedos, símbolo contra la dictadura militar inspirado de la saga de “Los juegos del hambre”.
Los manifestantes marchan rápido por las calles y luego se dispersan antes de que puedan llegar los militares y la policía. Al menos 753 civiles murieron a manos de las fuerzas de seguridad en las diferentes represiones de las protestas desde el golpe militar del pasado 1 de febrero.
Desde el golpe, los birmanos organizaron protestas a diario en distintos puntos del país contra los militares y para pedir la libertad de los más de 3.000 detenidos por la junta, incluida la líder del Gobierno depuesto, Aung San Suu Kyi.
Mientras que la mayoría de las protestas son pacíficas, algunos manifestantes formaron milicias que protagonizaron ataques contra los militares o se unieron a las guerrillas étnicas que combaten al Ejército birmano.
Según se constató en el fronterizo Estado Karen, decenas de jóvenes birmanos se unieron en las últimas semanas a entrenamientos militares con las guerrillas étnicas cansados de los escasos logros de las protestas pacíficas contra la junta militar y dispuestos a responder a los uniformados con las armas.
GUERRILLAS ÉTNICAS
Los combates con las guerrillas se volvieron más violentos en los últimos días, especialmente con el Ejército de Liberación Nacional Karen (KNLA, siglas en inglés) atacó y ocupó este martes un puesto fronterizo del Ejército birmano en el este del país y expulsó a los soldados birmanos.
Horas después, el Ejército lanzó al menos dos ataques aéreos contra posiciones controladas por la guerrilla karen, en un conflicto que causó el desplazamiento forzoso de unas 25.000 personas desde que se reavivó tras el golpe de Estado, según confirmó la organización Free Burma Rangers.
Varias guerrillas de la minorías étnicas, que representan el 30 por ciento de la población del país, llevan décadas alzadas en armas en Birmania (Myanmar) para reclamar una mayor autonomía y tras el golpe militar algunas expresaron su apoyo a los manifestantes prodemocráticos.
CONDENA DE OBAMA
A la contestación interna se unió en las últimas semanas sanciones económicas internacionales contra los intereses económicos de la junta por parte de potencias como EEUU, la Unión Europea o el Reino Unido y cada vez más voces que piden la vuelta de la democracia a Birmania.
Una de las últimas fue la del expresidente estadounidense Barack Obama, que en un comunicado de Twitter declaró estar “consternado por la desgarradora violencia contra civiles” y se mostró de acuerdo con las sanciones ejecutadas por el presidente Joe Biden.
”Está claro que los esfuerzos brutales e ilegítimos de los militares para imponer su voluntad después de una década de mayores libertades nunca serán aceptados por la población y no deberían ser aceptados por el mundo en su conjunto”, declaró el exmandatario.
El Ejército birmano justifica el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, con el aval de los observadores internacionales.
(Con información de EFE)
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