Un tribunal de Irán condenó este lunes a un año de cárcel a la británico-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe por propaganda contra las autoridades, según informó su abogado en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC.
El abogado de Zaghari-Ratcliffe indicó que la mujer fue condenada por participar en una manifestación en Londres hace doce años y dar una entrevista a la BBC, antes de agregar que se le ha impuesto además una prohibición de abandonar el país durante un año.
Por su parte, el marido de la ex empleada de la Fundación Thomson Reuters, Richard Ratcliffe, confirmó la sentencia y ha dicho que “es claramente una táctica de negociación” del régimen iraní, sumido en las conversaciones para reflotar el acuerdo nuclear de 2015.
Además, el último giro en el caso de Zaghari-Ratcliffe se produce mientras Reino Unido e Irán negocian una larga disputa sobre una deuda de unos 400 millones de libras (530 millones de dólares) que Londres tiene con Teherán. Antes de la Revolución Islámica de 1979, el difunto Shah iraní Mohammad Reza Pahlavi pagó esa suma por unos tanques Chieftain que nunca fueron entregados.
Aunque el régimen ha negado cualquier relación con el pago de los tanques, la familia de Zaghari-Ratcliffe y sus partidarios vinculan ambas cosas. “Es devastador ver que Nazanin vuelve a ser utilizada de forma abusiva como moneda de cambio”, dijo Tulip Siddiq, que es diputada local de Zaghari-Ratcliffe.
El primer ministro británico, Boris Johnson, condenó inmediatamente la nueva sentencia. “No creo que sea correcto en absoluto que Nazanin sea condenada a más tiempo en la cárcel”, dijo. “Creo que es un error que esté allí en primer lugar y trabajaremos muy duro para asegurar su liberación de Irán, su capacidad de regresar a su familia aquí en el Reino Unido, al igual que trabajamos para todos nuestros casos de doble nacionalidad en Irán”.
Johnson añadió: “El gobierno no se detendrá, redoblaremos nuestros esfuerzos, y estamos trabajando con nuestros amigos estadounidenses en este asunto también”. Johnson y su oficina declinaron dar más detalles sobre este comentario.
El ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, calificó sin rodeos la sentencia de Irán como “una decisión totalmente inhumana e injustificada”.
“Seguimos pidiendo a Irán que libere a Nazanin inmediatamente para que pueda volver con su familia en el Reino Unido”, dijo en un comunicado. “Seguimos haciendo todo lo posible para apoyarla”.
Asimismo, agregó que por el momento Zaghari-Ratcliffe no ha sido trasladada a prisión y ha hecho hincapié en que planea apelar la sentencia, sobre la que por el momento no se han pronunciado ni el Gobierno británico ni las autoridades iraníes.
Zaghari-Ratcliffe fue puesta en libertad en marzo en Irán tras cumplirse los cinco años en prisión a los que fue condenada por cargos de conspiración y espionaje, si bien estaba a la espera de la sentencia en este nuevo proceso judicial contra ella.
La mujer, de 42 años, fue detenida en el aeropuerto de Teherán en 2016 cuando se disponía a embarcar rumbo a Reino Unido junto a su hija tras una visita a su familia en Teherán. Después de un juicio cuestionado por las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, fue condenada a cinco años de cárcel.
Zaghari-Ratcliffe fue excarcelada en primavera de 2020 debido al riesgo de coronavirus por una decisión del líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei, pero ha seguido bajo arresto domiciliario en casa de sus padres en Teherán. El Gobierno británico ha pedido reiteradamente su liberación y considera que su encarcelamiento es “arbitrario” y una “represalia diplomática”.
Irán no reconoce la doble nacionalidad, por lo que los detenidos como Zaghari-Ratcliffe no pueden recibir asistencia consular. Un grupo de expertos de la ONU ha criticado lo que describe como “un patrón emergente que implica la privación arbitraria de libertad de los ciudadanos con doble nacionalidad” en Irán.
(Con información de AP, Europa Press)
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