Israel detectó 38 contagios de COVID-19 en las últimas 24 horas, la cifra más baja en un año y otro mínimo que muestra cómo sigue dejando atrás la pandemia tras una rápida campaña de vacunación con la que inmunizó a más de la mitad de su población.
Tras realizar el sábado 8.752 pruebas, menos de 40 salieron positivas, según datos difundidos hoy por el Ministerio de Sanidad.
Este número ilustra la gradual tendencia a la baja de la tasa de morbilidad del país, que no está sujeto a grandes restricciones, prosigue con el retorno a una casi completa normalidad, y va camino de conseguir la anhelada inmunización colectiva.
Israel llevó a cabo una de las campañas de vacunación más veloces del mundo, con más de cinco millones de habitantes, en una población de unos nueve millones, que ya han sido inoculados con ambas dosis de la vacuna.
Desde hace una semana, los israelíes tampoco están obligados a llevar mascarilla al aire libre, y el ambiente en las calles recuerda en gran medida al de los tiempos previos a la pandemia.
Actualmente, el país tiene poco más de 1.800 enfermos activos, y solo 153 personas están hospitalizadas en condición grave. La vacunación no solo redujo en gran medida las infecciones, sino también el número de fallecidos e ingresados en estado crítico.
El 23 de abril, el país no registró muertes por primera vez desde el comienzo de la pandemia. El país registró un descenso de las cifras de contagios y fallecidos desde el drástico repunte reportado a finales de enero, en medio de los avances de la campaña de vacunación, que cubre ya a más de la mitad de la población total y a más del 80 por ciento de los mayores de 16 años, según ha recogido el diario The Times of Israel.
“Este es un tremendo éxito para el sistema sanitario y los ciudadanos israelíes. Juntos estamos erradicando el coronavirus”, expresó el ministro de Sanidad de Israel, Yuli Edelstein.
“Desde el domingo pasado se levantó la restricción del uso de barbijo en espacios abiertos y solo se usan en lugares cerrados. Cuando salgo de mi departamento, lo tengo que usar para circular por los espacios comunes y en el ascensor, pero cuando salgo a la calle me lo puedo quitar. Luego, si subo a un colectivo, me lo vuelvo a colocar hasta que finalice el viaje. De todos modos y luego de un año de usarlo, algunas personas -entre las que me incluyo- aún no se lo sacan para caminar por la calle”, contó Shaul, un argentino viviendo en Israel.
Además agregó que El “Green Pass” o “Pasaporte verde” les permite a las personas que ya se vacunaron poder ingresar a restaurantes a puertas cerradas, bodas, conciertos, teatros, cines, y gimnasios. “Me lo piden para entrar ver un partido de básquet donde juega mi hijo, aunque sea amateur; para ir a un bar, en los teatros, etc. En ese pasaporte figura la fecha de caducidad de la vacuna. En mi caso, es el 4 de agosto de 2021, así que debería volver a vacunarme en esa fecha, salvo que las investigaciones nuevas definan que ese plazo se puede prorrogar”.
El Gobierno ya está preparando la próxima vacunación para dentro de seis meses, y ya comenzó las negociaciones con Pfizer y Moderna.
Desde inicios de la pandemia, Israel acumula algo más de 838.000 contagios y 6.350 muertos por COVID-19.
(Con información de EFE)
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