La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) abandonó su principio de neutralidad internacional al anunciar una misión de observación que evalúe la actual situación en Myanmar tras el golpe de Estado del 1 de febrero, entre las denuncias que acusan al Ejército birmano de liderar una violenta represión que habría costado las vidas de más de 700 manifestantes y opositores.
Aunque el comunicado de la cumbre de la ASEAN celebrada este sábado en Indonesia no condena explícitamente al Ejército birmano por el golpe, sí declara su intención de enviar ayuda humanitaria a Myanmar y de designar a un “enviado especial” y una “delegación” para intervenir en la crisis y reunirse tanto con la junta militar como con miembros de la oposición.
“Primero, debe cesar inmediatamente la violencia en Myanmar y todas las partes deben ejercer la contención más absoluta”, consigna el comunicado final de la cumbre, que llama además a un “diálogo constructivo entre todas las partes para alcanzar una solución pacífica en interés del pueblo birmano”, de acuerdo con el punto principal de la nota.
“La situación en Myanmar es inaceptable y no debe continuar. Hay que poner fin a la violencia, devolver la democracia, la estabilidad y la paz a Myanmar de inmediato”, afirmó el presidente de Indonesia, Joko Widodo, durante la reunión. “Los intereses del pueblo de Myanmar deben ser siempre la prioridad”, agregó.
La ministra de Relaciones Exteriores de Indonesia, Retno Marsudi, manifestó antes de la cumbre su esperanza de que se pueda “alcanzar un acuerdo sobre los próximos pasos que puedan ayudar a la gente de Myanmar a salir de esta delicada situación”.
La reunión, celebrada en Yakarta, tuvo la presencia del líder de la junta militar birmana y arquitecto del golpe de Estado, el general Min Aung Hlaing, en su primera visita internacional tras la toma del poder, y entre peticiones de ONGs como Amnistía Internacional para que la ASEAN y sus líderes condenen la represión en el país.
De hecho, el primer ministro de Malasia, Muhyidin Yasin, pidió la “liberación incondicional de los presos políticos”. “Malasia espera que Myanmar considere estas propuestas de manera positiva”, añadió, en declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias malasia, Bernama.
La declaración final, no obstante, no hace referencia contundente a este aspecto. En su lugar, se limita a “tomar nota” de las peticiones para liberar a la disidencia política birmana encarcelada desde el inicio de las protestas.
Además de Myanmar, el bloque regional incluye a Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Todos los estados de la ASEAN acordaron reunirse con Min Aung Hlaing, pero no se dirigieron a él como jefe de Estado de Myanmar en la cumbre. Los críticos han dicho que la decisión de la ASEAN de reunirse con él fue inaceptable y significó legitimar el derrocamiento y la represión mortal.
Estados Unidos aumentó las sanciones contra la junta militar de Myanmar
El gobierno de Estados Unidos incrementó el miércoles sus presiones contra el gobierno militar de Myanmar, imponiendo sanciones contra dos empresas estatales responsables de la generación de una porción significante de sus divisas.
Los Departamentos de Estado y el Tesoro anunciaron las sanciones a las principales firmas exportadoras de maderas y perlas de Myanmar. Con las penalizaciones se busca reducir los recursos de la junta.
Las sanciones congelan los bienes que Myanmar Timber Enterprise y Myanmar Pearl Enterprise pudieran tener en jurisdicciones de Estados Unidos y prohíben que los estadounidenses realicen negocios con esas firmas.
(Con información de Europa Press y AP)
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