El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró que no contará con el partido islamista Raam para formar Gobierno y defendió la opción de una “elección directa” para designar al próximo jefe de Gobierno, ante la fragmentación parlamentaria surgida de los cuartos comicios legislativos en cerca de dos años.
“No necesitamos a Raam. Necesitamos elecciones directas para poder formar Gobierno”, señaló Netanyahu, quien cuenta con el mandato entregado por el presidente del país, Reuven Rivlin, para intentar ensamblar un Ejecutivo, con pocas expectativas de éxito.
“Quiero llegar al punto en el que formemos un Gobierno derechista y la forma de hacerlo sin depender de una facción u otra son las elecciones directas”, indicó, en medio de los llamamientos en el bloque derechista y religioso a favor de esta opción para evitar que el líder de Yesh Atid, Yair Lapid, tenga oportunidad de intentar formar un Ejecutivo o convocar a unas quintas elecciones.
En este sentido, el primer ministro, conocido popularmente como Bibi, precisó que “hay una solución al bloqueo” y mencionó la posibilidad de una “elección directa al puesto de primer ministro para que la gente decida quién encabezará el país”, según informó el diario The Times of Israel.
“Ahora mismo es imposible formar un Gobierno derechista por asuntos personales”, se lamentó, en aparente referencia a sus disputas con los líderes de Yamina y Nueva Esperanza, Naftali Bennett y Gideon Saar, respectivamente.
En respuesta, Lapid rechazó rápidamente la propuesta de Netanyahu y dijo que “el Estado de Israel no necesita otras elecciones”. “Esto no son elecciones directas, es un atajo destinado a ganar tiempo a costa de la población”, afirmó a través de un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
“Es momento de formar un Gobierno de unidad. Es posible”, añadió, en medio de un aumento de las críticas a Netanyahu debido al juicio por presunta corrupción al que hace frente, lo que ha provocado divisiones en algunos partidos derechistas israelíes.
El partido ultraortodoxo Shas presentó el lunes un proyecto para celebrar elecciones especiales en mayo para elegir al primer ministro, lo que impediría también que el líder del opositor Azul y Blanco, Benjamin Gantz, llegue a ser jefe de Gobierno en noviembre, en línea con el acuerdo de unidad pactado con Netanyahu tras las elecciones de 2019 y siempre que el Ejecutivo siga en funciones en esa fecha.
Los resultados de las elecciones revelan que el Likud de Netanyahu se haría con la victoria con 30 escaños, por delante de los 17 obtenidos por Yesh Atid y los nueve obtenidos por el ultraortodoxo Shas.
Por detrás figuran Azul y Blanco, con ocho escaños, y Yamina, el Partido Laborista, Judaísmo Unido de la Torá y Yisrael Beitenu, con siete escaños cada uno. La Lista Conjunta, Sionismo Religioso, Nueva Esperanza y Meretz suman seis escaños, por los cuatro de Raam, escindido de la Lista Árabe Conjunta.
La situación deja al bloque favorable a Netanyahu con 52 escaños, por los 57 de la oposición, mientras que Yamina y Raam, que se escindió de la Lista Árabe Conjunta, figuran como bisagra y podrían terminar por conceder la mayoría en caso de acuerdo, lo que ha desencadenado contactos para intentar acercar posturas.
(Con información de Europa Press)
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