Avanza el plan de reapertura en Israel tras una exitosa campaña de vacunación contra el coronavirus. de hecho, desde este domingo, dejó de ser obligatorio el uso de mascarilla al aire libre.
El ministro de Sanidad, Yuli Edelstein, tomó la decisión tras varias semanas de debate, informaron medios locales. Ante la baja tasa de contagios de COVID-19, consecuencia al rápido y eficiente plan de vacunación, el riesgo de contraer el virus en áreas abiertas es muy limitado, coincidieron los expertos. Aún así, Sanidad enfatizó que el uso de mascarilla en interiores seguirá siendo obligatorio, ya que el riesgo de infección en esos contextos es más alto.
Además, todos los cursos de primaria y secundaria volvieron a las aulas este domingo, dejando de lado el sistema de cápsulas.
“Después de que hayan transcurrido dos semanas con estabilidad en la tasa de infección y con el 95 por ciento del país ‘verde’, incluyendo las bajas tasas de enfermedad entre los niños, la apertura del sistema escolar más ampliamente puede avanzar, con pruebas extensas donde se detecta un aumento de la infección”, dijo el Ministerio de Salud en un comunicado.
Según explicaron las autoridades, si se detecta un caso positivo de un estudiante o un profesor, todos los alumnos y docentes de su curso en la escuela serán sometidos a pruebas, y sólo después de que todas esas evaluaciones resulten negativas podrán volver a la escuela. Sin embargo, no tendrán que entrar en aislamiento si estuvieron en contacto con el individuo infectado.
Sin grandes medidas restrictivas, el país pudo celebrar este jueves su Día de la Independencia con un ambiente festivo que vio las calles, parques y playas del país repletos de gente que disfrutó del día soleado.
Israel, que veta el acceso de turistas para prevenir la expansión de la COVID-19 desde hace más de un año, también anunció que planea reabrir sus fronteras a visitantes extranjeros que estén vacunados y vengan en grupo a partir del 23 de mayo, anunciaron el martes los Ministerios de Sanidad y de Turismo en un comunicado conjunto.
Desde marzo de 2020 Israel solo ha permitido el acceso a sus ciudadanos y a extranjeros con permiso de residencia, impactando de manera significativa la importante industria de turismo local.
Según lo acordado por los ministerios, los turistas deberán presentar un test negativo de COVID-19 hecho antes de su llegada, y una vez aterrizado deberá hacerse otro PCR y una serología para demostrar que fue vacunado y tiene anticuerpos contra el virus.
En los próximos días se presentarán pautas más detalladas del plan, pendiente también de ser aprobado de manera definitiva.
La ministra de Turismo, Orit Farkash-Hacohen, consideró el anuncio como un “primer paso importante para la industria” turística, que solo “revivirá realmente” con “la apertura de los cielos para el turismo internacional”. Este sector dependía en gran medida de los peregrinos cristianos que visitaban los lugares sagrados de la considerada “Tierra Santa”, y su ausencia es muy notable desde el cierre de fronteras.
Actualmente Israel registra solo alrededor de 200 contagios nuevos diarios, los hospitalizados en estado grave son poco más de dos centenares y los pacientes activos no alcanzan los 3.000, una cifra muy baja en comparación a las decenas de miles de enfermos con el virus que llegó a haber meses atrás. El 14 de abril registró 3 muertes como consecuencia de la enfermedad.
Según los últimos datos de Our World in Data, actualizados al 13 de abril, el 61,64% ya fue inoculada con la primera de las dosis de la vacuna Pfizer- BioNTech y el 57,25% ya recibió ambas aplicaciones. Ya hay voces que se animan a decir que Israel podría estar cerca de alcanzar la inmunidad de rebaño frente al COVID-19.
El porcentaje de personas que necesitan ser inmunes para lograr la inmunidad rebaño varía con cada enfermedad, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por caso, la inmunidad de rebaño contra el sarampión requiere que aproximadamente el 95% de la población esté vacunada y el 5% restante estará protegida por el hecho de que la enfermedad no se propagará entre los vacunados. Para la poliomielitis, el umbral es de aproximadamente el 80%.
Si bien aún se desconoce la proporción de la población que debe vacunarse contra el COVID-19 para hablar de inmunidad colectiva, observan desde la OMS, diferentes estimaciones hablan de, al menos, entre 65% y 70%.
Con información de EFE
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