El Imam Marwan Gill encabeza junto a Ezequiel Antebi Sacca, representante del centro judío Menorá, Shalóm-Salám, el programa de radio que impulsa el diálogo judeo musulmán por Radio Jai de Buenos Aires.
-Usted ha dado muestras de apertura y acercamiento intercomunitario que no era común observar desde que llegó a la Argentina. Ahora esta participando de un proyecto de Diálogo judío-musulmán en Radio Jai de Buenos Aires. Mucha gente está sorprendida positivamente con su trabajo en Argentina. ¿Usted sabe que eso es así?
-Siento un placer enorme por ser parte de esta iniciativa para promover el dialogo entre musulmanes y judíos. En Occidente, las personas, algunas veces por desconocimiento se asocian los conflictos del Medio Oriente con las religiones, pero no es para nada así. Nosotros creemos que cada religión se arraiga en la paz, la armonía y el respeto mutuo. El islam significa literalmente en árabe paz y el lema de la comunidad musulmana Ahmadía es “Amor para todos, Odio para nadie”. El islam hace hincapié en buscar el diálogo especialmente con “la gente del libro”, que son los judíos y cristianos, y así centrarse en las similitudes entre las religiones monoteístas. Considero que es fundamental como líderes religiosos buscar todos los puentes posibles a través del dialogo para instaurar la paz en las sociedades. Espero que este programa sirva para intensificar la fraternidad interreligiosa y que sea ejemplificador para la buena convivencia entre los musulmanes y los judíos en Argentina.
-¿Cuál es el pensamiento de la Comunidad Musulmana Ahmadía respecto del concepto de Yihad?
-En el islam no existe el concepto de la “guerra santa” contra los no musulmanes. Yihad literalmente en árabe significa esforzarse por una causa noble. Yihad es la lucha de un musulmán por el amor de Dios contra su propio ego y su propia maldad. El profeta Muhammad explicó que Satanás está corriendo en la sangre de cada ser humano y el verdadero luchador es aquel que se esfuerza contra su propio Satanás. En conclusión, Yihad no es la lucha contra los incrédulos o los no musulmanes, sino que es la lucha contra tu propio ego. Por otro lado, es importante aclarar que el islam establece la libertad de religión y prohíbe categóricamente la violencia o guerra para imponer tus doctrinas religiosas. El Corán abiertamente anuncia que matar a una vida inocente frente a Dios es tan grave como matar a toda la humanidad. La única forma en que el islam permite la guerra es en el caso de la propia defensa o para asegurar la libertad de religión. El islam no nos enseña asegurar el derecho de culto solo para los musulmanes, sino que nos enseña garantizar el derecho de culto para todos. Según el Corán, la responsabilidad de un musulmán es honrar y defender a cada mezquita tal como a cada sinagoga, iglesia o cualquier templo religioso.
Hoy en día nadie ataca al islam con el fin de eliminarlo a través de guerras o expansiones militares, entonces tampoco es legítimo proclamar una Yihad militar y asociar guerras con el nombre del islam. En conclusión, la Comunidad Ahmadía condena categóricamente cualquier expresión violenta en nombre del islam.
-¿Si el concepto de Yihad es tan claramente explicado en las fuentes del islam porque hay ciertos grupos en el mundo musulmán que promueven la violencia y el terrorismo en nombre de la Yihad?
-Estos grupos supuestamente “islámicos” no se basan en las enseñanzas verdaderas del islam, sino que tapan su propia ideología falsamente con el nombre del islam. Por un lado, obviamente es bastante doloroso observar la enorme contradicción entre las enseñanzas verdaderas del islam y las interpretaciones erróneas de estos grupos. Por otro lado, observar como musulmán tal manipulación te fortalece en tu fe porque la decadencia moral y espiritual del mundo musulmán fue anunciada por el mismo fundador del islam hace 1400 años. El profeta Muhammad refiriéndose a tales grupos y clérigos profetizó que en una época los clérigos islámicos serían la peor creación en la tierra porque usarían el nombre del islam para satisfacer sus propios intereses. Advirtió a los musulmanes que vendría una época cuando se encontraría el texto del Corán, pero no su aplicación, o se encontrarían mezquitas hermosas en la arquitectura, pero vacías en la espiritualidad. No obstante, el profeta Muhammad profetizó también en relación con la crisis y corrupción del mundo musulmán la llegada del Mesías, conocido también como Mahdi, cuya misión principal sería reformar a los musulmanes y corregir sus conceptos erróneos. Nosotros consideramos que todas esas profecías se cumplieron palabra por palabra en nuestra época.
-¿Qué rol desempeña la comunidad Ahmadía dentro del mundo musulmán y porque son perseguidos en algunos países musulmanes, especialmente en Pakistán?
En primer lugar, debe quedar claro que el mundo musulmán no está sólo dividido entre los dos grupos principales, suníes y chiitas, sino que hay más de 70 ramas y cada comunidad afirma ser la única verdadera.
Sorprendentemente, cuando se trata de nuestra comunidad, todas las comunidades islámicas a pesar de sus diferencias y conflictos internos se unen para oponerse a nosotros.Sin embargo, hay una sola diferencia importante entre nosotros y los musulmanes dominantes conocidos como sunitas, que trata sobre el advenimiento del Mesías en los últimos días. Los musulmanes sunitas creen que el mismo Jesús, que una vez ya vino como Mesías para los judíos, vendrá nuevamente en los últimos días para reformar y dirigir a los musulmanes. Mientras que nosotros, los musulmanes Ahmadis, creemos que, según el Sagrado Corán, Jesús ya falleció y cuando el Profeta Muhammad -el fundador del islam- profetizó el advenimiento de un último Mesías, se refirió metafóricamente al advenimiento de una nueva persona como el Mesías de los musulmanes. Por lo tanto, nuestra comunidad cree en Su Santidad Mirza Ghulam Ahmad, quien fundó la Comunidad Musulmana Ahmadía en el año 1889 y afirmó ser el mismo Mesías, cuyo advenimiento fue profetizado hace 1400 años por el Profeta Muhammad.
Debido únicamente a esta diferencia, somos rechazados y en algunos países incluso perseguidos por otros musulmanes, mientras que todas las demás prácticas y tradiciones islámicas son las mismas: rezamos de la misma manera, ayunamos de la misma manera, seguimos las mismas tradiciones islámicas y leemos el mismo Sagrado Corán.
Sin embargo, en diferentes partes del mundo hay varias minorías sufriendo violencia y persecución política, religiosa o étnica, pero el caso de la comunidad Ahmadía en Pakistán es algo muy particular porque la persecución y la discriminación contra nosotros están respaldadas por la constitución y la ley de ese país. En 1974, la constitución de Pakistán nos declaró como no musulmanes y nos privó de nuestro derecho y libertad de religión. En Pakistán tenemos prohibido llamarnos musulmanes o practicar nuestra fe. Si nos asociamos y practicamos alguna de las tradiciones islámicas, somos encarcelados; en el peor de los casos, incluso podríamos ser denunciados de pena de muerte. Este tipo de persecución no la encontrarás en ningún lugar del mundo, excepto contra nosotros en Pakistán.
¿Cuál es su misión y perspectivas como Imam en Argentina?
Considero que mi misión como Imam de la comunidad Ahmadía en Argentina es la misma misión que proclama el islam cuyo objetivo principal es acercar la humanidad a su Creador y asegurar la buena convivencia entre los seres humanos.
Por eso, en primer lugar, quiero transmitir a la gente en Argentina las enseñanzas y los valores verdaderos del islam. En segundo lugar, quiero servir a la sociedad, sin distinción de religión o raza, porque según el islam amar a tu patria es parte de la fe. En este contexto, por ejemplo, nosotros desde la comunidad Ahmadía enseñamos gratuitas clases del idioma árabe, hacemos cada mes entrega de alimentos a diferentes comedores, donamos juguetes y barbijos a hospitales de niños, y organizamos torneos infantiles de futbol en barrios carenciados bajo de nuestro lema “Amor para todos, odio para nadie”.
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