Durante los últimos días, las redes sociales y numerosos medios de comunicación han reproducido un corto animado cuyo protagonista, un conejo llamado Ralph, cuenta los horrores a los que son sometidos los animales usados para testear productos cosméticos.
La campaña, impulsada por la ONG Humane Society International, tiene como objetivo poner en el centro del debate la necesidad de concientizar sobre la crueldad de las pruebas en animales y para desincentivar el consumo de los productos que se valgan de estas prácticas para su producción.
La causa no es nueva y tampoco lo es el activismo de la ONG. Pero el impacto que ha causado el video, que cuenta con la participación de figuras de talla internacional como Taika Waititi, Ricky Gervais, Zac Efron y Olivia Munn, ha causado que se vuelva a viralizar también una campaña que la organización llevó a cabo hace casi 10 años.
El video sigue a una activista animalista llamada Jaqueline Trade, quien por 10 horas se sometió a los mismos experimentos que se llevan a cabo en animales para testear productos cosméticos.
Esta “Ralph” de carne y hueso pasó por los experimentos en abril de 2012 en un local de Londres, por lo que los transeúntes podían observar sus padecimientos a través de una vitrina.
Entre otras cosas, Trade fue arrastrada con una cuerda alrededor de su cuello y empujada hacia un banco. También fue alimentada a la fuerza mientras su boca era mantenida abierta con ganchos de metal sujetos a una correa alrededor de su cabeza. Todo llevado a cabo por un hombre con bata blanca que la agarraba del pelo y tiraba hacia atrás para darle el alimento.
La activista de 24 años también recibió inyecciones, le fue raspada la piel y se la cubrió con distintas lociones experimentales. Luego le afeitaron una tira de cabello frente a los ojos atónitos de peatones que no podían creer lo que veían sus ojos.
Vestida con una media corporal de color carne, fue exhibida en el escaparate de la sucursal de la tienda de cosméticos Lush en Regent Street.
En su momento, el video fue muy impactante y también ampliamente compartido en redes, como hoy lo está siendo el de “Save Ralph”.
Esta nueva apuesta, la del conejo animado que habla de su vida como animal de pruebas, espera ayudar a que cada vez en más países las leyes contra el maltrato animal prohíban las pruebas de productos en ellos.
La organización indicó que los objetivos de la campaña están puestos sobre todo en 16 países, entre ellos Brasil, Canadá, Chile, México y Sudáfrica, además de 10 naciones ubicadas en el sudeste asiático.
Jeffrey Flocken, el presidente de la organización, pidió “aunar esfuerzos para prohibir la práctica a nivel global”. “Actualmente hay numerosos abordajes confiables que no utilizan animales para comprobar la seguridad de los productos, por lo que no hay excusas para que animales como Ralph sufran”, agregó.
“La HSI también defiende las prohibiciones existentes ante situaciones como las que tienen lugar en Europa, donde las autoridades están intentando explotar un vacío legal para demandar nuevas pruebas en animales bajo una ley de químicos. Salven a Ralph echará luz sobre las prácticas de todos estos países, llevándolos al futuro sin crueldad que el público y los consumidores esperan”, indicó Humane Society International en un documento que acompaña al video de Ralph.
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