El magnate de la prensa de Hong Kong, Jimmy Lai fue condenado este viernes a 14 meses de prisión por su papel en la organización en 2019 de una de las manifestaciones más grandes a favor de la democracia.
En un primer momento, Lai había sido sentenciado a 12 meses de cárcel, pero luego fue condenado a otros ocho por haber participado en otra manifestación antigubernamental. Aun así, solo tendrá que pasar 14 meses en prisión y no 20, porque una parte del período de cumplimiento de ambas penas coincide.
Es la primera vez que Lai, de 73 años y actualmente en detención provisoria tras haber sido detenido por infringir la ley sobre seguridad nacional impuesta por China, es condenado por su activismo.
Al margen de Lai -fundador del diario Apple Daily, crítico con Beijing-, la jueza Amanda Jane Woodcock del Tribunal de Kowloon Occidental también impuso una pena de un año y medio de cárcel para el ex legislador Leung Kwok-hung y otra de un año para el vicepresidente del Partido Laborista Lee Cheuk-yan.
Además, otros seis activistas hongkoneses también fueron condenados, pero aún se aguarda conocer la duración oficial de las penas.
Son los casos de Martin Lee -uno de los abogados más conocidos de Hong Kong- y la letrada Margaret Ng, quienes fueron condenados a 11 y 12 meses, respectivamente, pero sus penas fueron suspendidas por dos años.
Mientras que los activistas Albert Ho y Leung Yiu-chung fueron sentenciados cada uno a 12 y 8 meses, pero su pena queda igualmente suspendida durante dos años.
El pasado 1 de abril Lai y estos activistas fueron declarados culpables o se declararon culpables de organizar y participar en la citada protesta, que tuvo lugar el 18 de agosto de 2019.
La Policía solo había autorizado una concentración en el céntrico Victoria Park ese día, pero los convocantes decidieron proceder con su plan original y la manifestación desembocó en una marcha que los abogados defensores justificaron al asegurar que sus clientes pretendían evitar aglomeraciones.
Los organizadores informaron entonces sobre 1,7 millones de manifestantes, es decir, casi uno de cada cuatro hongkoneses, una cifra que no pudo ser verificada de forma independiente.
“No hay ningún derecho tan preciado para los hongkoneses como la libertad de expresión y la libertad de reunión pacífica”, dijo la abogada Margaret Ng, que se defiende ella misma.
Dijo estar dispuesta a dar la cara por aquellos que “como último recurso tuvieron que expresar colectivamente su angustia e instar al Gobierno a responder”. Su intervención fue recibida con aplausos.
La jueza Amanda Woodcock declaró un poco antes que la concentración perturbó gravemente el tráfico y que el hecho de que fuera pacífica no podía ser una excusa.
(Con información de AFP y EFE)
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