El Ejército de Israel informó este jueves por la noche de un ataque contra instalaciones del grupo Hamas en represalia a un cohete que había sido lanzado horas antes desde Gaza.
En concreto, el ataque israelí bombardeó una instalación de manufactura de armas, un túnel de contrabando y un puesto militar.
“No toleramos ninguna amenaza a los civiles israelís”, advirtió el Ejército a través de su cuenta de Twitter.
Horas antes, un cohete fue lanzado en un área abierta en territorio israelí, informó The Jerusalem Post, lo que hizo saltar las sirenas de cohetes en Sderot, Ibim y Nir Am, en el sur del país.
Se trata del primer intercambio de ataques de abril, ya que desde finales de marzo, cuando un cohete cayó en una área abierta cerca de Beersheba -donde el primer ministro Benjamin Netanyahu visitaba un restaurante-, no se registraba ningún incidente de este tipo.
Los medios palestinos indicaron que en la noche de este jueves tuvieron lugar hasta seis ataques llevados a cabo por el Ejército israelí.
Por otra parte, Israel ya dispone de un innovador sistema de munición de mortero guiado con láser y GPS que permite “atacar objetivos con mayor precisión” en terrenos abiertos y en entornos urbanos, y que pronto estará a disposición del Ejército israelí.
Las pruebas del nuevo equipamiento, denominado Iron Sting (“aguijón de hierro”, en inglés), acabaron recientemente con éxito, y según el ministro de Defensa, Beny Gantz, supondrá un cambio en el campo de batalla que dará “medios más precisos y eficaces” a las tropas.
Aparte de tener “una capacidad de disparo precisa que hasta ahora solo se ha aplicado en misiles y municiones aéreas”, el sistema reduce la posibilidad de causar “daños colaterales” y el riesgo de que civiles y no combatientes sean heridos, explicó Defensa.
Israel, un país con una potente industria armamentística, produce desde hace años avanzada tecnología militar que facilita a sus propias tropas y exportar al extranjero.
Con información de Europa Press
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