La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció este jueves que donará más de 1,6 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 -suficientes para proteger a 800.000 personas- a través del mecanismo de intercambio equitativo de vacunas COVAX, cuyo objetivo es garantizar la inoculación en los países en vías de desarrollo.
Ardern fue la primera dirigente que prometió dosis en el acto celebrado este jueves por la Alianza para las Vacunas Gavi, vinculada a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que recauda inversiones para entregar vacunas a 92 naciones. Por su parte, países europeos como Dinamarca, Países Bajos, Noruega y Suecia prometieron nuevos fondos para el programa.
Importantes funcionarios de la ONU, de finanzas y relacionados con las vacunas, pidieron en el evento a los países ricos que donen los excesos de dosis de vacunas contra el COVID-19 a este programa internacional para abastecer a naciones de ingresos bajos y medios, en un intento por volver a encarrilar la economía mundial.
En el acto virtual de la Alianza Gavi, los funcionarios también pidieron otros 2.000 millones de dólares para junio, lo que permitiría comprar hasta 1.800 millones de dosis en 2021. Hasta ahora, COVAX ha enviado más de 38 millones de dosis a 111 países.
“El suministro mundial es increíblemente escaso en este momento. Pero también sabemos que muchos países de altos ingresos han pedido más vacunas de las que necesitan”, dijo el director ejecutivo de Gavi, Seth Berkley. Pidió compartir las dosis extra “lo antes posible para cubrir las poblaciones de alto riesgo durante este período de suministro limitado”.
“Muchos países tienen dinero para gastar en dosis, pero no hay entregas rápidas. Me gustaría subrayar la importancia de que los países que tienen la posibilidad de disponer de un exceso de vacunas las entreguen lo antes posible”, sostuvo el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que algunos países que se habían inscrito en COVAX no han recibido ninguna dosis, ninguno había recibido suficientes y algunos no estaban recibiendo sus asignaciones de segunda ronda de vacunas a tiempo. “Sigue existiendo una disparidad impactante y en aumento en la distribución global de vacunas”, advirtió en el evento.
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, pidió a los países más ricos que inviertan generosamente en COVAX y donen los excedentes de dosis porque era la única forma de poner fin a la pandemia y hacer que “la economía mundial vuelva a encarrilarse”.
La primera ministra noruega, Erna Solberg, aseguró que se necesitaban otros 22.000 millones de dólares para el acelerador de acceso a herramientas contra COVID-19 (ACT), que incluye COVAX y también apoya tratamientos y pruebas. “Estas cifras pueden parecer altas, pero son pequeñas en comparación con la pérdida económica mundial si esta crisis continúa. Las nuevas variantes del virus dejan en claro que tenemos que actuar más rápido”, dijo.
Con información de Reuters
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