Es un número simbólico. En un momento en que Europa registra más de un millón de muertes por COVID-19, Francia ha superado las 100.000 muertes, la gran mayoría, personas mas frágiles y vulnerables.
Según los datos del centro de epidemiología de Inserm sobre las causas de muerte, este umbral ya se ha cruzado hace semanas. No obstante, el hito de 100.000 fallecidos vinculados a la pandemia es un resultado del recuento diario de la agencia de seguridad sanitaria Public Health France (SPF).
Este dato está en línea con las grandes epidemias de gripe del siglo XX: la de Hong Kong (1968-1970) tuvo 25 mil muertes, la gripe asiática (1956-1958) dejó 30 mil víctimas, y la gripe española fue responsable por al menos 200.000 fallecimientos en Francia en 1918.
Habrá “obviamente este momento de homenaje y luto por la Nación” a favor de las víctimas de la epidemia, dijo el portavoz del gobierno Gabriel Attal.
“Son 100.000 familias en duelo”, agregó el funcionario, al tiempo que indicó que el presidente Emmanuel Macron “ya había tenido la oportunidad de hablar de ello en el Consejo de Ministros”, pero sin dar una fecha para un posible homenaje nacional. En su último discurso televisado el 31 de marzo pasado, el jefe de Estado francés ya había mencionado “un año de condena” en referencia a las 100.000 víctimas.
La cifra pone al país entre los mas golpeados del mundo por la pandemia, una afrenta que complica al gobierno, en un momento en que el Ejecutivo busca mostrar una luz al final del túnel. “Nos sumamos a la triste lista de países que han llegado a las 100.000 muertes. No queremos hacer demasiado” , admitió un asesor del ejecutivo.
Sólo Reino Unido (127.000 muertos) e Italia (115.000) habían superado ya este umbral simbólico en Europa, pero otros países como Bélgica o Portugal tienen una tasa de mortalidad por habitante más alta.
El número también es vergonzoso porque cuestiona la gestión de la crisis, las decisiones de confinar o no, cuándo y de qué manera, lo que acelera decisiones para intentar cambiar el descontento de los franceses sobre el actuar del gobierno y fatigados por la prolongación del encierro.
Esta tercera ola de la epidemia, deja abierta preguntas sobre una relajación de las limitaciones a mediados de mayo. El presidente Emmanuel Macron encabezará mañana una reunión con ministros y científicos tratar de establecer alguna respuesta a una posible hoja de ruta de desescalada.
Mientras la tasa de muertes se mantiene alta en 2021, con más de 11.000 muertes en enero, más de 10.000 en febrero y más de 9.000 en marzo. Este último mes refleja una ligera disminución por la vacunación en hogares de ancianos, pero también incluye las complicaciones por la variante británica más contagiosa.
Los pronósticos no son aún optimistas. El coronavirus sigue circulando “muy activamente” en territorio francés y los hospitales afrontarán días “muy difíciles”, dijo Attal, portavoz del gobierno.
Francia tuvo 5.902 personas con COVID-19 hospitalizadas en cuidados intensivos el miércoles por la noche, 50 menos que el día anterior; un nivel que se mantiene muy por encima del pico de la segunda ola, en el otoño. Además los contagios llegaron a los 43505 en 24 horas.
El ritmo de la vacunación no le permite relajar sus esfuerzos. Más de 1 de cada 5 adultos recibió una primera dosis de la vacuna y poco más del 7% se vacunó con dos dosis.
Un homenaje, sin fecha
El diario Le Monde, habla en su portada de la “Hecatombe del COVID 19”. En esa línea las familias de las víctimas han pedido homenaje, aunque no hay determinación al respecto.
El diputado ambientalista Matthieu Orphelin presentó un proyecto de ley para establecer una jornada de homenaje a las víctimas. Hasta el momento, Emmanuel Macron ha mencionado a las víctimas del COVID en sus discursos, pero no hay compromisos específicos para marcar la ocasión.
Según el Palacio del Elíseo, podría haber un mensaje del primer mandatario, cuya forma queda por determinar, para una " marca de empatía”, señala el diario Les Echos.
Para el portavoz del gobierno, un homenaje, podría llegar “más tarde. “Ese momento llegará, pero ahí, todas nuestras fuerzas están lanzadas a la batalla”, sentenció el funcionario.
Para una fuente cercana al presidente, “en medio de la crisis, es demasiado crudo”, y recuerda las críticas por otros gestos de reconocimiento en medio de la pandemia.
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