La reina Isabel II siguió encabezando actos oficiales de su agenda tras la muerte de su esposo, el duque de Edimburgo, el pasado 9 de abril, al mismo tiempo que se ultiman los preparativos para el funeral de este sábado, según destacaron hoy los medios nacionales.
Desde que el príncipe Felipe falleciera el pasado viernes, en el castillo de Windsor a los 99 años, la soberana británica ha llevado a cabo dos compromisos de trabajo: el primero, según consta en los registros de la casa real, al presidir el martes en su residencia de Windsor una ceremonia.
En ella, la jefa de Estado despidió al conde William Peel, que acaba de retirarse como Lord Chamberlain, el funcionario de mayor rango en la casa real, en cuyo despacho se organizan las visitas de Estado y bodas reales, además de ser el principal canal de comunicación entre la reina y la Cámara de los Lores.
El conde Peel había anunciado su intención de retirarse el año pasado, mientras que Parker había empezado a trabajar como Lord Chamberlain una semana antes de la muerte del príncipe Felipe.
El segundo acto de la agenda de la monarca lo realizó este miércoles al dar la bienvenida formal al nuevo Lord Chamberlain, el Barón Andrew Parker, a su puesto, que se encarga de supervisar el funeral como parte de su trabajo.
El evento oficial quedó registrado en la llamada circular de la corte, en la que se recogen los eventos diarios a los que asiste la Reina y su familia, y de él se hacen eco hoy los periódicos del país.
En los registros consta que Andrew Parker, antiguo director de los servicios secretos británicos MI5, mantuvo una audiencia con la monarca, quien le entregó la vara y la insignia correspondientes al Lord Chamberlain.
El Barón Parker de Minsmere, como se le conoce, asumió oficialmente su nuevo papel el pasado día 1, tras la retirada, tras más de 14 años en ese puesto, del conde William Peel, que también ha supervisado los preparativos para el funeral del duque, una operación conocida como “Operación Forth Bridge”.
La familia real guarda dos semanas de luto y se prepara para el funeral del duque de Edimburgo, que tendrá lugar este sábado en la capilla de San Jorge, adyacente al castillo de Windsor.
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