El primer estudio que compara directamente las reacciones inmunológicas entre las vacunas contra el coronavirus de Pfizer y AstraZeneca encontró respuestas de anticuerpos fuertes y ampliamente similares en personas mayores de 80 años tras recibir la primera dosis de cualquiera de esas dos fórmulas, según revelaron científico a través de una investigación publicada en el sitio web de la Social Science Research Network (SSRN).
El estudio realizado en el Reino Unido también descubrió que un componente crítico del sistema inmunitario, conocido como células T, mostró una mayor respuesta en quienes recibieron la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que en quienes recibieron la de Pfizer y BioNTech.
“Demostramos una inducción comparable de respuestas de anticuerpos con ambas vacunas, pero niveles más altos de inmunidad celular tras la vacuna ChAdOx1 (...) Las respuestas de los anticuerpos tras las dos vacunas fueron en general equivalentes, según las mediciones de los ensayos de Roche y Abbott”, señala la investigación.
El hallazgo sugiere que la política de extender los intervalos entre la primera y la segunda dosis en ambas vacunas, tal y como ha hecho el Reino Unido para ampliar el alcance de su campaña de vacunación, es segura.
Los científicos responsables del estudio, que analizaron muestras de sangre de 165 personas británicas de entre 80 y 99 años que habían recibido una primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, afirmaron sin embargo que este hallazgo merece una investigación más profunda.
Mientras que los anticuerpos pueden bloquear la capacidad del coronavirus para entrar en las células humanas, las células T pueden actuar como una protección más amplia atacando y matando cualquier célula que haya sido infectada por el virus.
“Estas vacunas son equivalentes y eficaces a la hora de inducir respuestas de anticuerpos en la gran mayoría de las personas (en este estudio), incluso después de una dosis”, explicó Paul Moss, profesor de hematología de la Universidad británica de Birmingham, que codirigió la investigación.
“Ambas vacunas son buenas”, subrayó en una sesión informativa sobre los resultados del estudio.
Los investigadores también descubrieron que las respuestas inmunitarias se veían “notablemente reforzadas” por la infección previa con el SARS-CoV-2. Según el informe, en toda la cohorte de 165, se observó evidencia de infección natural previa en 8 donantes y se asoció con un aumento de 691 y 4 veces en las respuestas inmunitarias humorales y celulares.
“Observamos un aumento notable de 691 veces en el título medio de anticuerpos después de la vacunación en los participantes que tenían evidencia de infección previa. Este patrón también se ha observado anteriormente en personas más jóvenes con una edad media de 40 años, pero a esa edad el aumento relativo era sólo de hasta 45 veces, lo que indica un aumento adicional de 15 veces en la ‘preparación para la infección’ en personas mayores. Del mismo modo, en los trabajadores sanitarios se ha observado un aumento más modesto de 6,5 veces tras la primera vacunación en aquellos con infección previa”, detallaron los científicos británicos.
El estudio se publicó en línea como preimpresión de la revista científica The Lancet antes de ser revisado por pares.
Los científicos descubrieron que los anticuerpos clave estaban presentes y en niveles similares en el 93% de los 76 participantes del estudio que recibieron la dosis única de la vacuna de Pfizer, y en el 87% de los 89 participantes que recibieron la inyección de AstraZeneca.
Helen Parry, profesora de clínica de la Universidad de Birmingham que codirigió el estudio, dijo que las pruebas también mostraron que una mayor proporción de los que recibieron la vacuna de AstraZeneca tenían una respuesta de células T detectable.
Este hallazgo se suma a otras evidencias emergentes de los estudios de COVID-19 que sugieren que los anticuerpos -que impiden que el coronavirus pueda adherirse a las células humanas- pueden no ser el único elemento importante de la inmunidad, y que las células T también pueden tener un importante papel protector.
“Ahora tenemos que seguir investigando para entender lo que significa esta diferencia en las respuestas de las células T”, indicó Parry.
Casi la mitad de la población del Reino Unido ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus, una de las tasas de inoculación más altas del mundo. La gran mayoría ha recibido la fórmula de Pfizer o la de AstraZeneca.
Por su parte, el Reino Unido ampliará con más voluntarios y nuevos tipos de vacunas un ensayo diseñado para establecer la efectividad de suministrar dos preparados distintos contra la covid-19 en la primera y la segunda dosis.
El investigador al frente de este programa, Matthew Snape, de la Universidad de Oxford, explicó este miércoles que prevé reclutar a 1.050 nuevos voluntarios mayores de 50 años que ya hayan recibido pasadas 12 semanas una inyección con la vacuna de Pfizer o de AstraZeneca.
Éstos recibirán una segunda dosis de esas mismas vacunas o de los preparados de Moderna (ya aprobada) o de Novavax, que está previsto obtenga el visto bueno de las autoridades británicas próximamente.
El ensayo, denominado Com-Cov y que está a cargo del llamado Consorcio Nacional de Evaluación de la Inmunización, comenzó el pasado febrero con la participación de unos 800 voluntarios mayores de 50 años residentes en Inglaterra.
A este primer grupo se le administró el preparado de Oxford/AstraZeneca seguido del de Pfizer/BioNTech y viceversa, con un espacio de tiempo entre ambos de 12 semanas.
Los expertos quieren analizar la posibilidad de que la combinación de vacunas ofrezca una inmunidad más amplia y duradera contra el coronavirus y sus nuevas variantes, lo que, además, flexibilizaría la campaña de vacunación ante los eventuales problemas de suministro.
Com-Cov prevé presentar resultados preliminares de la primera fase el próximo mes, mientras que los de esta segunda fase expandida podrían estar disponibles en junio o julio, si bien ambos ensayos se prolongarán durarán unos 13 meses.
“Si podemos demostrar que este proceso mixto genera una respuesta inmune tan buena como la del proceso estándar, sin un aumento significativo de las reacciones a la vacuna, esto permitirá que más gente complete su ciclo de inmunización contra la covid-19 más rápidamente”, señaló Snape a la cadena BBC.
El mejor escenario, dijo, es que “no tengamos que descartar” ninguna de las posibles combinaciones de vacunas. “Ese es el objetivo, mirar si existe alguna combinación que no deberíamos ofrecer porque no genera una buena respuesta inmunológica. Confío en que eso no ocurrirá”, agregó el experto.
Hasta la fecha, más de 32 millones de personas han recibido la primera dosis de una vacuna contra la covid en el Reino Unido, mientras que 7,8 millones está ya inmunizada con los dos pinchazos.
Al margen de este ensayo de Com-Cov, las autoridades han indicado que, de momento, la ciudadanía seguirá recibiendo el mismo tipo de preparado para todo el ciclo, aunque se puede administrar otra marca si la misma no está disponible, según la recomendación del Comité Conjunto sobre Vacunación (JCVI, en inglés).
El estudio completo
Con información de Reuters y EFE
SEGUIR LEYENDO: