Diez regiones italianas se encuentran desde este martes en “zona naranja”, lo que supone una ligera disminución de las restricciones que ha tenido el país durante los tres días festivos de Semana Santa, confinado en “zona roja” (la de mayores limitaciones), mientras las escuelas reabren el miércoles en todo el territorio tras meses cerradas y de educación a distancia.
En las regiones de Sicilia, Cerdeña, Basilicata, Molise, Abruzzo, Lazio, Marche, Umbria, Liguria y Veneto, y las provincias autónomas de Trento y Bolzano, desde este martes en el segundo nivel de riesgo, se abrirán algunas tiendas y actividades, además de permitirse el libre movimiento por las ciudades.
Mientras que en el Valle de Aosta, Piamonte, Friuli Venezia Giulia, Puglia, Emilia Romagna, Lombardía, Toscana, Calabria y Campania se ha decretado la “zona roja”, lo que obliga a no salir de las casas, si no es por emergencia o trabajo, y al cierre de todos los comercios.
En principio, el país permanecerá “bicolor” o dividido entre estas dos zonas durante todo el mes, dado que la curva epidemiológica se mantiene en niveles altos, aunque las regiones presionan para que se puedan introducir las “zonas amarillas” o las de menores restricciones a partir del 20 de abril.
Ese día se podrían estudiar nuevas aperturas según los datos de contagio en el país, que registró 10.680 nuevos casos y 296 fallecidos en las últimas 24 horas, cuando el número de pruebas fue mucho menor que en días anteriores, en los que las infecciones han rondado las 20.000.
Según medios locales, las regiones han pedido al Gobierno que se comience con una gradual reapertura a partir del 20 de abril de aquellos sectores que han estado cerrados durante largo tiempo, como bares, restaurantes, cines y teatros, entre otros, aunque el Ejecutivo insiste en que todo dependerá de la evolución de los datos de la pandemia.
Por otra parte, las escuelas, incluso en “zona roja”, desde infantil hasta primaria, reabrirán el miércoles y no cerrarán hasta finales de mes, dado que la educación es una de las prioridades del Gobierno, lo que ha impedido a las regiones que puedan apelar esta decisión.
Con el 80% del personal educativo vacunado, según confirmó el presidente de la Asociación Nacional de Directores de Escuela, Antonello Giannelli, en total regresarán a las clases presenciales unos 5,6 millones de alumnos: cerca del 66% de los 8,5 millones de estudiantes, o dos de cada tres, según los datos de la web especializada en educación Tuttoscuola.
De ellos, 2,7 millones son alumnos de la enseñanza preescolar y de primer ciclo, aunque se encuentren en regiones clasificadas como “zonas rojas”, donde la cifra de los menores que acudirán a los servicios infantiles o guarderías será de 212.000.
Unos 2,9 millones de alumnos (34,5%) seguirán en la educación a distancia, con la alternancia habitual del 50% para los estudiantes de enseñanza superior en las regiones donde está permitido.
En las zonas naranja, todos los alumnos pueden asistir a la escuela hasta el tercer grado, mientras que en los centros de enseñanza superior, la enseñanza a distancia sigue siendo del 50% (posible hasta el 75%).
(Con información de EFE)
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