Abdalá II, rey de Jordania, aseguró este lunes que la tensión con el príncipe Hamza bin Huséin, su medio hermano acusado de haber conspirado contra él, amainó luego de que este prometiera permanecer “leal” a la corona, indicó el monarca.
“Permaneceré leal a la herencia de mis ancestros, a Su Majestad [el rey Abdalá II], así como a su príncipe heredero, y me pondré a su disposición para ayudarlos y apoyarlos”, indicó un comunicado del Palacio Real, citando a Hamza, el lunes por la noche.
El pronunciamiento representó un cambio drástico en la postura pública del príncipel considerando que poco antes había afirmado que no acataría la prohibición de salir de su domicilio que le transmitió en la víspera el jefe de estado mayor jordano.
“Por supuesto que no acataré (las órdenes del jefe de estado mayor, el general Youssef Huneiti) cuando me dice que no estoy autorizado a salir, tuitear, comunicarme con la gente y que solo se me permite ver a mi familia”, había dicho Hamza en una conversación telefónica cuya grabación fue difundida.
La tensión escaló y tomó estado público el domingo, cuando las autoridades jordanas afirmaron que desmantelaron un complot para “desestabilizar” el reino, en el que estaba implicado el príncipe Hamza junto a varios otros sospechosos.
El vice primer ministro jordano Ayman Safadi afirmó el domingo que los servicios de seguridad “habían seguido durante un largo periodo las actividades y los movimientos del príncipe Hamza bin Huséin, de Cherif Hasán ben Zaid y de Basem Awadalá (antiguo asesor del rey) y otras personas contra la seguridad y la estabilidad de la patria”.
Los servicios de seguridad jordanos “siguieron durante mucho tiempo las actividades y movimientos de Hamzah bin al Husein (...) y otras personas que tenían como objetivo la seguridad y estabilidad de la patria”, dijo el viceprimer ministro jordano, Ayman Safadi, en la primera rueda de prensa de un oficial después de la campaña de detenciones del sábado.
De acuerdo con las investigaciones, los servicios de seguridad registraron “contacto con partes externas” para elegir el “momento más apropiado para desestabilizar la seguridad” de Jordania, en lo que Safadi llamó un intento de “sedición”, pero sin mencionar que haya sido un intento de golpe de Estado contra la monarquía.
Hasta el momento, se han detenido a “entre 14 y 16, aparte de Basem Awadalla y Hasan bin Zaid”, dijo Safadi, que subrayó que el príncipe Hamzah bin Husein no lo ha sido.
“No hay arrestos de líderes militares jordanos y la institución militar forma parte de las investigaciones (...). Ya se terminó la operación para matar esta sedición y ahora estamos en la etapa de tratarla legalmente”, dijo Safadi, aunque agregó que “las investigaciones aún continúan”.
Safadi ha explicado en la rueda de prensa que el príncipe ha tenido un papel importante en esta “operación de desestabilizar la seguridad” y está vinculado directamente con los arrestados, así como con “partes extranjeras”, que no detalló.
“Estas investigaciones dieron como resultado la vinculación entre Basem Awadalla con partes externas y la llamada oposición extranjera para usar todos los contactos e implementar planes para desestabilizar y lograr objetivos e intenciones relacionados con el debilitamiento de la posición firme de Jordania en algunas cuestiones principales”, señaló Safadi.
Agregó que los planes de Awadalla, ex jefe de la corte real y ministro de Finanzas, “coincidieron con las intensas actividades del príncipe Hamzah durante el último período para comunicarse con figuras de la comunidad con el objeto de incitarlos hacia actividades que socavarían la seguridad nacional”.
Por este motivo, el jefe del Estado Mayor jordano, el general Yusef al Huneiti, “se reunió ayer (por el sábado) con el príncipe Hamzah para entregarle este mensaje y le pidió que cesara todos los movimientos y las actividades que tienen como objetivo la seguridad y la estabilidad de Jordania”.
Pero el príncipe, según Safadi, “no respondió y trató esta petición de forma negativa sin preocuparse por los intereses del Estado y su pueblo”.
Por otra parte, el propio Hamzah dijo en un vídeo remitido a la cadena británica BBC por parte de su abogado que un alto jefe militar, al cual no identificó, acudió el sábado a su casa y le dijo que “no podía comunicarse con la gente por haber criticado al Gobierno en las reuniones en las que estuvo presente”.
“Yo no soy responsable por los fallos en el Gobierno, la corrupción y la incompetencia que ha sido frecuente en nuestra estructura de Gobierno en los últimos 15 a 20 años y ha ido a peor”, sentenció el príncipe en el video.
Según Safadi, el rey Abdalá II ha decidido “hablar directamente con el príncipe Hamzah para que el tema fuera tratado dentro de la familia, para disuadirlo de estas actividades que atacan y explotan la seguridad de Jordania y los jordanos”.
Safadi dijo que el príncipe Hamzah, “pocos minutos después de que el Jefe de Estado Mayor se reuniera con él (...) envió una grabación de audio de la reunión a Basem Awadalla, y lo adjuntó a otra grabación de audio suya en un intento de agravar la situación, y después de eso, Awadalla reservó un billete para salir de Jordania”.
De hecho, algunas personas del círculo del príncipe “pasaban mensajes a algunas partes, incluidas las que se autodenominan como la oposición externa para usarlos contra el Estado”, aseveró el viceprimer ministro, sin dar más detalles sobre esa “oposición externa”.
Asimismo, criticó los “dos mensajes grabados en árabe e inglés” que fueron enviados por el príncipe “en otro intento de distorsionar los hechos y despertar simpatías nacionales y extranjeras”.
El príncipe Hamzah es el hijo mayor del rey Husein y de la reina Noor, con quien se casó en 1978 tras haberse divorciado de dos anteriores esposas y enviudado de una tercera.
Cuando Abdalá fue declarado rey a la muerte de Husein, en febrero de 1999, Hamzah fue nombrado príncipe heredero, pero en noviembre de 2004, esa decisión fue revocada y fue nombrado su hijo, Abdalá II.
Con información de AFP y EFE
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