El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este miércoles un confinamiento atenuado para todo el país, en un intento de frenar la expansión de la pandemia, que ha saturado los hospitales de varias regiones.
Esta medida entrará en vigor “desde la noche del sábado durante cuatro semanas”, afirmó en una declaración televisada en la que extendió a toda Francia el tipo de confinamiento en el que ya estaban 19 departamentos del país.
Macron pidió un “esfuerzo suplementario” a los franceses en un mes de abril que será “difícil” para evitar la saturación de las unidades de intensivos de los hospitales de todo el país, que ya se ha producido en algunas regiones.
”La situación es más peligrosa que en otoño, porque el virus es más contagioso y más mortífero” debido a la variante británica, afirmó.
Entre esas medidas está el cierre de comercios no esenciales, salvo excepciones, y la prohibición de desplazarse a más de 10 km.
El toque de queda se mantiene de 19:00 a 06:00, período que se fijó hace dos semanas.
Por otro lado, las escuelas e institutos de secundaria cerrarán el próxiañadió Macron en un discurso televisado, y secundarias e institutos durante cuatro semanas.
El cierre comenzará la próxima semana, cuando la enseñanza se hará a distancia en todos los centros. Luego vendrán dos semanas de vacaciones de Pascua, ya previstas, entre el 12 y el 25 de abril.
El 26 reabrirán guarderías y centros de primaria, pero los de secundaria e institutos tendrán otra semana de enseñanza a distancia y no regresarán al aula hasta el 5 de mayo, cuando lo harán con aforos adaptados en función de la situación de la pandemia.
Macron insistió en el éxito que ha supuesto mantener el máximo posible las escuelas abiertas, frente a otros países que las han cerrado hace meses.
También señaló que aquellos padres que no puedan teletrabajar tendrán la posibilidad de acogerse al desempleo temporal (ERTE) para atender a sus hijos durante ese periodo, al tiempo que anunció ayudas a comerciantes y otros sectores para el cuidado de sus menores.
Francia lucha para intentar frenar la tercera ola de la pandemia, que ha puesto a los servicios sanitarios, en especial los de urgencias, al límite de su capacidad.
Para ello, el gobierno aumentará el número de camas de cuidados intensivos hasta 10.000 unidades, en lugar de las 7.655 ya utilizadas en la actualidad, dijo Macron.
Al mismo tiempo, el gobierno quiere empezar a vacunar a los mayores de 60 años a partir del 16 de abril, y a los mayores de 50 años a partir del 15 de mayo.
El presidente francés, a la baja en los sondeos y que afronta elecciones presidenciales el próximo año, admitió haber “cometido errores” en la gestión de la crisis.
Con información de AFP y EFE
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