La Torre Eiffel es un símbolo universal que todos asocian con Francia. Situada en el extremo del Campo de Marte a la orilla del río Sena, este monumento parisino, es la estructura más elevada de la ciudad. Con una altura de 300 metros, prolongada más tarde con una antena hasta los 324 metros, fue también la estructura más elevada del mundo durante 41 años
Fue construida por Gustave Eiffel, un reconocido ingeniero y empresario de la época, con motivo de la Exposición Universal de 1889 que conmemoraba el primer centenario de la Revolución Francesa, y proyectada para que durara solamente 20 años. Pero gracias a las nuevas tecnologías, se pudo conservar.
Construcción y polémica
Las primeras excavaciones se realizaron el día 26 enero 1887, y la obra finalizó el 31 marzo 1889. La construcción de la torre se realizó en, 2 años, 2 meses y 5 días, lo cual se consideró una auténtica hazaña técnica y arquitectónica, una “utopía realizada”. Es una velocidad récord, si se tienen en cuenta los medios rudimentarios de la época. El montaje de la torre es una maravilla de precisión, como reconocieron todos los cronistas de la época.
La altura inicial fue de 312 metros y las patas reposan sobre cimientos de hormigón instalados unos metros bajo el nivel del suelo sobre una cama de grava compactada. Cuenta con un total de 7.300 toneladas de hierro, 60 toneladas de pintura y 2.500.000 remaches. En ella trabajaron más de 400 operarios y 50 diseñadores e ingenieros. Y en la cima de ella Gustave Eiffel se reservó una oficina para recibir a sus invitados.
Al momento de su construcción muchos artistas y gente relacionada con la cultura parisina, se opusieron. “Nosotros, escritores, pintores, escultores, arquitectos, apasionados aficionados por la belleza de París hasta ahora intacta, venimos a protestar con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra indignación, en nombre del gusto francés anónimo, en nombre del arte y de la historia francesa amenazadas, contra la erección en pleno corazón de nuestra capital, de la inútil y monstruosa torre Eiffel, a la que la picaresca pública, a menudo poseedora de sentido común y espíritu de justicia, ya ha bautizado con el nombre de Torre de Babel. (...)”
Las polémicas finalizaron por sí solas al finalizar la obra y ver el inmenso éxito popular, ya que recibió dos millones de visitantes durante la exposición de 1889.
Entre sus numerosos visitantes célebres en los primeros años de la exposición, la Torre Eiffel atrajo a rostros conocidos como la actriz francesa Sarah Bernhardt, el Príncipe de Gales, futuro rey Eduardo VII y la Princesa de Gales, Jorge I de Grecia, el Sha de Persia, el príncipe Balduino y muchos otros a los que no se les esperaba como un señor americano de aspecto extraño y sombrero de ala ancha, conocido con el nombre de Buffalo Bill.
Sirvió como radio militar en 1903 y como sede de la primer emisión de radio pública en 1925.
Es el monumento más visitado del mundo: recibe a casi 7 millones de turistas al año, de los cuales el 75% son extranjeros. Esto la convierte en el monumento pago más visitado del mundo. Es universal, como la torre de Babel, ya que cerca de 300 millones de visitantes, han venido de todos los rincones del planeta para descubrirla desde su inauguración en 1889.
SEGUIR LEYENDO: