Después que las autoridades alemanas identificaran 31 casos de coágulos de sangre conocidos como trombosis de la vena del seno cerebral en personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca, Francia y Alemania negociaban el martes por la noche con Vladimir Putin para suministrar la vacuna rusa Sputnik V a la Unión Europea.
Antes del último Consejo Europeo celebrado el 25 de marzo, dedicado en gran parte a la lucha contra el COVID-19, el gobierno de Moscú ya había enviado un mensaje. “Los rusos podrían entregar 50 millones de dosis de Sputnik V a Europa en un plazo de seis a ocho meses, si pueden producir 25 millones en suelo europeo”, divulgó un funcionario en Bruselas.
Sin embargo, hasta ahora, la Comisión Europea no ha entrado en negociaciones con el laboratorio del Kremlin para celebrar un contrato de compra, como sí lo ha hecho con otros seis (Moderna, Pfizer-BioNTech, Sanofi, AstraZeneca, CureVac y Johnson & Jonhson) y como ya lo está haciendo con otros dos, Valneva y Novavax.
La aceleración de las negociaciones europeas se producen, cuando varios países, entre los que destacan Alemania y Austria, están empujando en esta dirección. En especial, el gobierno de Angela Merkel ha puesto particular presión luego de los 31 casos de trombosis vinculados con el desarrollo de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, la mayoría que involucraba a mujeres y nueve habían resultado en muerte.
Merkel y Macron conversaron con Putin
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, mantuvieron una videollamada con el presidente ruso para discutir la “cooperación” sobre las vacunas, que vería el uso del desarrollo ruso Sputnik en la UE una vez que sea aprobado por los reguladores.
La posibilidad de una cooperación para la fabricación producto del Instituto Gamaleya se produce pocos días después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, criticara a Rusia por usar su vacuna como una “herramienta de propaganda”.
“En términos de cómo se gestiona, es más un medio de propaganda y diplomacia agresiva que un medio de solidaridad y ayuda sanitaria”, dijo Le Drian en una entrevista del viernes.
Respondiendo las acusaciones, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, rechazó rápidamente sus comentarios. “Estamos absolutamente en desacuerdo con el hecho de que Rusia y China estén utilizando la pandemia del coronavirus y las vacunas como herramientas de influencia”
El viernes pasado, el gobierno alemán dijo que estaría dispuesto a utilizar la vacuna contra el coronavirus Sputnik V de fabricación rusa una vez que haya sido aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos.
“Sin anteojeras geopolíticas”
El canciller de Austria, Sebastian Kurz, también está negociando con Rusia, la posibilidad de recibir el “golpe” Sputnik V. Lo contactos entre Austria y Rusia, valieron los comentarios del líder austriaco quien remarcó que “no debe haber anteojeras geopolíticas cuando se trata de vacunas. Lo único que puede contar es si la vacuna es eficaz y segura, no de dónde viene”.
El país alpino quiere hacerse de un millón de dosis de Sputnik V, de las cuales 300.000 se gestionan para el mes de abril próximo. Kurz, que sabe la falta de aprobación del regulador europeo, argumentó que “dosis adicionales permitirían un regreso más temprano a la normalidad y de esta manera se podrían salvar muchas vidas humanas y trabajos”.
Los contactos entre rusos y austriacos se llevan a cabo desde finales de febrero. Desde entonces, el país ha estado negociando con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) , que es responsable de la comercialización internacional de Sputnik V.
Prudencia política
En Francia, desde el Palacio del Elíseo, se indica que el gobierno no alimenta la “denigración” del desarrollo Sputnik V: “No jugamos a la política con la vacuna rusa”, cuya eficacia ha atestiguado en la revista científica, The Lancet. No obstante, el comentario de Thierry Breton se justifica por el hecho de que la Unión Europea (UE) tiene una cartera de vacunas aprobadas y que la prioridad, en la actualidad, pasa por acelerar su producción. Además saben que las dosis de Sputnik V producidas en suelo comunitario no estarían disponibles antes de 2022.
Italia, que en algún momento se señalaba como posible país para su producción, no tiene en curso ningún proceso oficial sobre la adquisición de dosis de Sputnik V. Sin embargo, algunas regiones ya han expresado su interés, a pesar del cierto desinterés del gobierno en Roma.
El gobierno ruso y la empresa italo-suiza Adienne Pharma & Biotech, han firmado un acuerdo para producir la vacuna en el sitio de Caponago (Lombardía, provincia de Monza y Brianza), para el verano de 2021. Una decisión cuestionada, ya que la Cámara de Comercio ítalo-rusa, se ha mostrado tradicionalmente muy interesada a favor de un acercamiento entre Roma y Moscú. De no lograrse la aprobación en la Agencia de Medicamentos Europea, la Sputnik V lograda en suelo italiano, sería comprado por el fondo ruso para ser luego exportado o importado directamente para su administración en Rusia.
Desde Alemania, varios políticos se han pronunciado a favor del suero ruso, principalmente en los “nuevos Länder” en el este, para usar la expresión que todavía se usa hoy para referirse a la parte del país que anteriormente estaba ubicada en la República Democrática Alemana. Recientemente el Ministro-Presidente de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff (Unión Demócrata Cristiana, CDU) declaró: “No tenemos ningún problema con el Sputnik V. Cuando era niño, yo mismo fui vacunado contra la poliomielitis con una vacuna rusa. Estoy listo para vacunarme en cualquier momento con Sputnik V“.
Una encuesta realizada a finales de febrero reveló que el 59% de los habitantes de los Länder del Este estaban dispuestos a vacunarse con Sputnik V, frente al 49% de los de Occidente.
Hungría se diferencia
Hasta ahora, Hungría sigue siendo, oficialmente, el único país del bloque que utiliza Sputnik V, sin esperar la aprobación del regulador europeo. En ese sentido, la “revisión continua” de la vacuna por parte de la Agencia Europea comenzó demorada, el 4 de marzo. Según fuentes europeas, sigue habiendo dificultades porque la parte rusa, que tardó mucho en activarlo, no siempre proporciona los datos necesarios a tiempo.
Sin embargo, en virtud de un procedimiento de emergencia que permite prescindir del dictamen de comunitario, ya se han administrado en el país 550.000 dosis, de los 2 millones ordenados por el Primer Ministro, Viktor Orban, por unos 20 millones de dólares.
Hungría se encuentra en lo más alto de la clasificación europea de vacunación, con el 21,6% de su población que ha recibido al menos una dosis, incluso si esta política total aún no ha tenido un impacto en la mortalidad. En el país que registra algunos 200 muertes por día.
Una vacuna que no se produce
Los problemas de capacidad de producción se cierne sobre la vacuna rusa. Incluso está el escepticismo de los ciudadanos rusos, de los cuales solo el 30% dice querer aplicarse el desarrollo nacional.
Vladimir Putin, quien dijo que se vacunó el pasado 23 de marzo, podría haber contribuido a reducir esta desconfianza, mientras que 6,8 millones de rusos recibieron al menos una de las dos inyecciones necesarias, o el 4,65% de la población.
A pesar de la desconfianza entre propios, el Kremlin se negó a divulgar la imagen o incluso a especificar qué vacuna había utilizado el presidente ruso.
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