El régimen chino aprobó este martes una reforma radical del sistema electoral de Hong Kong, que incluye la reducción del número de parlamentarios elegidos directamente y un examen sobre su ideas políticas.
La reforma, que puenteó al parlamento de Hong Hong, ha sido directamente decidida por Beijing y es el último paso para sofocar al movimiento prodemocracia tras gigantescas protestas.
“El presidente Xi Jinping firmó la orden presidencial que promulga la reforma”, dijo la agencia oficial china Xinhua. Los 7,5 millones de habitantes de Hong Kong todavía desconocen el contenido de la nueva ley ya que no se han publicado su contenido.
Pero Tam Yiu-chung, el único delegado de Hong Kong en el Parlamento chino, esbozó las medidas. “La reforma fue aprobada por unanimidad por los 167 miembros de Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo”, dijo a la AFP.
Con la nueva ley, el número de diputados pasará de 70 a 90, pero solo 20 de estos escaños serán elegidos directamente, frente a los 35 del sistema anterior. La mayoría - 40- serán elegidos por un comité pro Beijing.
Los 30 restantes, serán elegidos por algunos grupos representantes de industriales y otros que han sido leales históricamente a Beijing.
Cualquiera que aspire a presentarse a la elección será sometido al examen por sus opiniones políticas. Tam aseguró que el comité de examen lo elegirán las autoridades de Hong Kong y el nuevo aparato de seguridad de la ciudad semiautónoma tendrá la última palabra.
“El Comité de Seguridad Nacional y la Policía de Seguridad Nacional proporcionarán informes sobre cada candidato, lo que ayudará al comité de revisión de las cualificaciones”, explicó a la AFP.
El pasado 11 de marzo, el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) dio el visto bueno a la controvertida reforma durante la sesión de clausura de su reunión anual, en la que el borrador cosechó 2.895 votos a favor, ningún voto en contra y una abstención.
Beijing considera que se trata de una “mejora del sistema electoral de Hong Kong”, en lo que constituye la mayor reforma de estos mecanismos desde la retrocesión de la ex colonia británica a soberanía china, en 1997.
En virtud de la Declaración Sino-Británica de 1984, Beijing se comprometió a mantener las libertades imperantes en el territorio (inimaginables en la China continental) durante 50 años, hasta 2047, aunque en los últimos meses se han erosionado rápidamente.
Algunos analistas y activistas hongkoneses ven la citada reforma como un mecanismo más para reforzar el control del Gobierno chino sobre la ciudad semiautónoma y limitar el ya de por sí restringido sistema electoral de Hong Kong.
En 2020, y después de una segunda mitad de 2019 de multitudinarias protestas antigubernamentales en Hong Kong, China diseñó e impuso en la ciudad semiautónoma una también polémica ley de seguridad nacional que pena hasta con cadena perpetua supuestos de secesión y confabulación con fuerzas extranjeras, entre otros.
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