La Organización de Naciones Unidas (ONU) inició “serias negociaciones” con el régimen de China para enviar representantes a Xinjiang, donde la minoría musulmana uigur es víctima de represión, según indicó este domingo el secretario general de la organización, Antonio Guterres.
“Actualmente se están llevando a cabo serias negociaciones entre la oficina del Alto Comisionado (para los derechos humanos) y las autoridades chinas”, dijo el diplomático portugués en una entrevista transmitida el domingo por el canal canadiense CBC.
“Espero que pronto lleguen a un acuerdo y que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos pueda visitar China sin restricciones ni limitaciones”, agregó.
“China me ha dicho en repetidas ocasiones que quiere que esta misión tenga lugar”, reconoció Guterres, quien destacó la importancia de que tal misión otorgue al Alto Comisionado “acceso ilimitado”.
Según estudios publicados por institutos de Estados Unidos y Australia y rechazados por Beijing, hay al menos un millón de uigures internados en “campos” en Xinjiang, en el noroeste de China, donde algunos de ellos son sometidos a “trabajos forzados” y a “esterilizaciones”.
El régimen de China anunció el sábado sanciones contra Estados Unidos y Canadá en respuesta a las impuestas por ambos países en estos días debido al trato que Beijing reserva a la minoría uigur, que Washington califica de “genocidio”.
Guterres también dijo seguir con “preocupación” la suerte de los canadienses Michael Kovrig y Michael Spavor, encarcelados en China por “espionaje”.
Ottawa considera que se trata de “detenciones arbitrarias” en respuesta al arresto en Canadá, a pedido de Estados Unidos, de una alta ejecutiva del gigante chino Huawei.
“Nuestra posición es clara: en todas las situaciones de este tipo, debemos respetar la ley y los derechos humanos de los afectados”, concluyó el secretario general de la ONU.
China respondió así a las sanciones impuestas el pasado lunes en coordinación por la UE, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá contra dos altos cargos chinos por su participación en la represión contra la minoría étnica uigur.
Las autoridades de la región de Xinjiang, que se encuentra en el noroeste de China, han manifestado su oposición y condena a las sanciones y han reiterado que los enviados de la UE “siempre retrasan las visitas a la región”, según señaló la agencia de noticias Xinhua.
En los últimos días han aumentado las tensiones entre el bloque occidental y el gigante asiático a través del intercambio de sanciones y críticas entre ambas partes por la supuesta violación de los Derechos Humanos en la región de Xinjiang.
Estados Unidos ha calificado, en varias ocasiones, como “genocidio” los actos de China sobre los uigures, de origen turco y religión musulmana, y otros grupos minoritarios que residen en la Región Autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China.
Por su parte, el Reino Unido instó el viernes pasado al régimen de Xi Jinping a permitir a la ONU “un acceso total para verificar la verdad” sobre lo ocurrido en Xinjiang.
“Dice muchísimo que mientras que el Reino Unido se une a la comunidad internacional a la hora de sancionar a aquellos responsables de los abusos contra los derechos humanos, el Gobierno chino sanciona a sus críticos”, afirmó en un comunicado el ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab.
El régimen chino ya ha rechazado las acusaciones vertidas sobre represión o genocidio contra los uigures. En particular ha negado la existencia de campos de detención y asegura que se trata de instalaciones para la formación vocacional y para erradicar el extremismo islámico y el separatismo.
Con información de AFP y Europa Press
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