El expresidente sudafricano Jacob Zuma no quiere declarar en un caso de corrupción que lo involucra: “No le tengo miedo a la cárcel”

Está acusado de beneficiar de forma fraudulenta a miembros de su Gobierno y a empresarios afines cuando estaba al frente del país, entre 2009 y 2018

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El expresidente sudafricano Jacob Zuma. Phill Magakoe/Pool via REUTERS
El expresidente sudafricano Jacob Zuma. Phill Magakoe/Pool via REUTERS

El expresidente sudafricano Jacob Zuma reafirmó su intención de no acatar las órdenes de la Justicia que lo obligan a declarar en una investigación por corrupción y reiteró que no lo asusta “ir a la cárcel”, acusando a los jueces del país de querer perjudicarlo y de violar sus derechos.

“Muchos sostienen que hay una crisis constitucional. Yo no veo ninguna crisis constitucional cuando acepto la sanción reglamentaria que podría acompañar a mi consciente objeción a la conducta de ciertos miembros veteranos del sistema judicial”, manifestó Zuma en un escrito publicado a última hora del jueves, en respuesta a un proceso por desacato iniciado contra él en el Tribunal Constitucional.

“Todo lo que digo es que no estoy asustado de ir a la cárcel, como no lo estaba durante el régimen del apartheid. Sin embargo, no me someteré a un sistema judicial injusto y opresivo. Pueden poner mi cuerpo físicamente tras las puertas de una prisión, pero mi espíritu es libre y hablará contra la injusticia del encarcelamiento”, expresó el exmandatario.

De esta manera, Zuma reafirma su controvertida postura de desafío a la Justicia sudafricana, a la que acusa de violar sus derechos y de hacer campaña para perjudicarlo por motivos políticos.

El ex presidente de Sudáfrica Jacob Zuma regresa a la comisión de investigación que investiga la captura del estado, en Johannesburgo, Sudáfrica, el 16 de noviembre de 2020. REUTERS / Siphiwe Sibeko
El ex presidente de Sudáfrica Jacob Zuma regresa a la comisión de investigación que investiga la captura del estado, en Johannesburgo, Sudáfrica, el 16 de noviembre de 2020. REUTERS / Siphiwe Sibeko

El conflicto surge de las repetidas negativas de Zuma a presentarse a declarar ante una comisión oficial de investigación constituida para estudiar la megatrama de corrupción conocida como la “Captura del Estado”.

Esa investigación analiza si, durante los años de gobierno de Zuma (2009-2018), el aparato estatal sudafricano funcionó como un engranaje para beneficiar de forma fraudulenta al poder y a empresarios afines, que incluso definían la entrada y salida de ministros en función de sus intereses.

La trama abarca todo tipo de ramas del Estado y a figuras de alto perfil político y empresarial, pero tiene a Zuma como núcleo principal de la cultura de la corrupción que presuntamente dominó la gestión gubernamental durante esos años, con grave perjuicio para el Estado y las empresas públicas.

La negativa de Zuma a testificar en la investigación

La Comisión de Investigación de la Captura del Estado está presidida por el magistrado Raymond Zondo (vicepresidente del Poder Judicial) y no tiene potestad para procesar judicialmente, pero sí puede hacer recomendaciones a otros entes y sus averiguaciones pueden ser usadas como pruebas ante los tribunales en el futuro.

El magistrado Raymond Zondo (vicepresidente del Poder Judicial). REUTERS/Siphiwe Sibeko
El magistrado Raymond Zondo (vicepresidente del Poder Judicial). REUTERS/Siphiwe Sibeko

Ante las reiteradas negativas de Zuma a testificar, Zondo acudió en febrero pasado al Tribunal Constitucional -que ya había emitido un veredicto especificando que las citaciones del organismo son de obligado cumplimiento- para que declare al expresidente en desacato.

Por esa falta, Zondo pidió dos años de prisión para Zuma.

El Constitucional revisó el jueves esos cargos -en una audiencia sin intervención del exmandatario, que se niega a participar en el proceso-, pero anunció que la decisión final y potencial castigo se dictarán más adelante.

El expresidente afirma que Zondo trata de tapar su “ineficiencia” en la investigación con “hostilidad” y asegura que el verdadero mandato de la comisión es perjudicarlo, a pesar de que fue él mismo -en sus últimas semanas de gobierno antes de que su propio partido forzase su dimisión en medio de múltiples escándalos- el que ordenó constituirla.

El ex presidente sudafricano Jacob Zuma habla con sus partidarios después de comparecer en el Tribunal Superior donde enfrenta cargos que incluyen fraude, corrupción y crimen organizado, en Pietermaritzburg, Sudáfrica, el 15 de octubre de 2019. REUTERS / Rogan Ward / Foto de archivo
El ex presidente sudafricano Jacob Zuma habla con sus partidarios después de comparecer en el Tribunal Superior donde enfrenta cargos que incluyen fraude, corrupción y crimen organizado, en Pietermaritzburg, Sudáfrica, el 15 de octubre de 2019. REUTERS / Rogan Ward / Foto de archivo

En paralelo a la investigación de la “Captura del Estado”, Zuma está procesado en un caso que estudia cargos de corrupción, lavado de dinero y fraude relativos a un acuerdo millonario de armas firmado a finales de la década de 1990.

Además, ya en 2016, tuvo que devolver, por orden del Tribunal Constitucional, medio millón de euros de dinero público que se gastó de forma irregular en la reforma de su residencia privada.

(Con información de EFE)

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