Al menos ocho embarcaciones y cuatro excavadoras, están participando en los esfuerzos para la retirada de la arena en la zona para intentar desencallar al portacontenedores de 400 metros de eslora que desde hace cuatro días bloquea el canal de Suez, aunque no se sabe si se tardará días o semanas en abrir de nuevo esta ruta comercial clave entre Europa y Asia.
El incidente, ocurrido el martes, ha provocado importantes atascos, con decenas de navíos bloqueados en las dos extremidades y en la zona de espera situada en mitad del canal. También ha causado grandes retrasos en las entregas de petróleo y otros productos comerciales.
Desde el miércoles, la Autoridad del Canal de Suez (SCA, egipcia) intenta desencallar el buque, de más de 220.000 toneladas. Señaló que entre 15.000 y 20.000 metros cúbicos de arena tendrán que ser dragados en la zona.
El presidente de la SCA, Osama Rabie, dijo que se debe alcanzar una profundidad de entre doce y 16 metros, que permita el flotado del buque, según un comunicado publicado por el organismo a través de su página web. Los trabajos en la zona continúan en cooperación con la compañía de rescate neerlandesa SMIT.
Rabie ha hecho hincapié en que los esfuerzos “se llevan a cabo según los mayores estándares de seguridad marítima” y “teniendo en cuenta diversos factores, entre ellos la naturaleza del terreno, la presencia de arcilla y la distancia de seguridad entre el carguero y la draga”.
Impacto en la economía
Las cadenas de suministro globales ya estaban en crisis antes de este incidente, en medio de la pandemia y de la creciente demanda global de todo tipo de productos, sobre todo los alimentos. El costo de los transportes alrededor del mundo provoca escasez, los que naturalmente eleva el precio final al consumidor, haciendo temer una inflación sin precedentes.
En este marco, un cierre prolongado de la ruta clave entre el oeste y el este podría empeorar las cosas. Los costosos retrasos o desvíos a otras rutas acumularán presión sobre las empresas que ya enfrentan escasez de contenedores, congestión portuaria y limitaciones de capacidad.
La versión de la empresa japonesa
Desde la compañía nipona dueña del barco, Shoei Kisen, llegaron dos declaraciones en apariencia contradictorias. El propietario dijo este viernes que su objetivo es liberar el barco “mañana por la noche, hora de Japón”, reportó el viernes Nikkei, mientras que un portavoz de la empresa señaló que en realidad, “no tenemos una estimación de cuándo tendrá éxito el trabajo”, dijo.
Además confirmaron que las tareas se reanudaron, aunque dependen de las variables de las mareas para tener mejores perspectivas: “Se están utilizando remolcadores y dragas para romper las rocas”, dijo la empresa.
El jueves, más temprano, había pedido disculpas por el inconveniente que afecta seriamente al comercio global y resaltó que desencallar el barco está siendo “extremadamente difícil”.
De 48 horas a “semanas”
Mohab Mamish, consejero del presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi en materia portuaria, indicó que la navegación se reanudaría “en 48 o 72 horas como máximo”.
"Tengo experiencia en varias operaciones de salvamento de este tipo y, como expresidente de la Autoridad del Canal de Suez, conozco cada centímetro del canal", agregó Mamish, quien supervisó la reciente ampliación de esta vía marítima, muy frecuentada.
Pero horas antes, la empresa holandesa Smit Salvage advirtió que la operación podría llevar “días o incluso semanas”.
La sociedad que explota el buque de bandera panameña, Evergreen Marine Corp, con sede en Taiwán, encomendó a Smit Salvage y a la empresa japonesa Nippon Salvage crear un “plan más eficaz” para desencallar el navío. Los primeros expertos llegaron el jueves.
Smit Salvage ha participado en grandes operaciones de rescate, como el submarino nuclear ruso Kursk y el crucero italiano Costa Concordia.}
Con información de Europa Press, AFP y Reuters
SEGUIR LEYENDO: