Los dos artefactos que Corea del Norte lanzó el miércoles (madrugada del jueves, de acuerdo al huso horario de la región) sobre el Mar del Japón eran ejemplares de un nuevo “proyectil táctico guiado” con motor de combustible sólido, indicó un medio oficial del régimen de Kim Jong-un este viernes.
El lanzamiento estuvo supervisado por el funcionario de alto rango Ri Pyong Chol, quien dijo que el ensayo, exitoso, fue “de una gran importancia para mejorar las capacidades militares del país”, según explicó la agencia de noticias estatal KCNA.
De acuerdo a la información provista por los gobiernos de Corea del Sur, Japón y EEUU, los dos proyectiles, presuntos misiles balísticos, recorrieron unos 450 kilómetros de distancia tras alcanzare una altitud de unos 60 kilómetros, un desempeño usualmente atribuido a misiles de corto y mediano alcance y uso táctico.
Esto se condice con el reporte del régimen sobre un “proyectil táctico guiado” con motor de combustible sólido, usualmente utilizado en este tipo de armas a diferencia de los motores de combustible líquidos que suelen emplear los misiles intercontinentales.
El lanzamiento representa la primera provocación sustancial al gobierno estadounidense de Joe Biden, quien en su primera conferencia de prensa como presidente advirtió a Corea del Norte que su país dará una “respuesta acorde” si decide escalar sus ensayos.
Sin embargo, se trata de una provocación limitada que el régimen norcoreano suele hacer al inicio de todas las administraciones estadounidenses, y no necesariamente un intento de iniciar una escalada. Esto resulta evidente al tratarse de misiles balísticos de alcance medio, en lugar de los misiles balísticos intercontinentales (como el Hwasong-14) con los que Corea el Norte cuenta y que generan enormes tensiones cada vez que son probados.
Pyongyang se encuentra bajo múltiples sanciones internacionales por su programa de armas, con resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que le prohíben desarrollar misiles balísticos.
El Estado comunista, que cuenta con armas nucleares, tiene una larga historia de utilizar pruebas de armamento para provocar, en un proceso cuidadosamente calibrado para conseguir sus objetivos.
“Estamos consultando con nuestros socios y aliados”, dijo el mandatario estadounidense en la primera conferencia de prensa de su mandato. “Y habrá respuesta si eligen una escalada”.
Biden dijo además estar “preparado para alguna forma de diplomacia” con Pyongyang, pero “tiene que estar condicionada a que su resultado sea la desnuclearización”.
El Estado Mayor conjunto de Corea del Sur informó que el norte había lanzado dos misiles balísticos al Mar del Japón, conocido como Mar del Este por los coreanos, desde la provincia sureña de Hamgyong.
Los misiles recorrieron 450 kilómetros y alcanzaron una altitud máxima de 60 kilómetros, declaró el Estado Mayor surcoreano, y después de una reunión de emergencia, el Consejo de Seguridad Nacional expresó su “profunda preocupación” por los lanzamientos.
El Consejo de Seguridad de la ONU, a través de sus resoluciones, prohibió a Corea del Norte, que dispone del arma nuclear, desarrollar misiles balísticos. Pero bajo la presidencia de Kim Jong Un, ha fomentado su capacidad y ha probado misiles capaces de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos desde que se deterioraron las relaciones en 2017.
El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, fue categórico y aseguró que “Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos”.
“Esto amenaza la seguridad de nuestro país y de la región. Es también una violación de la resolución de la ONU”, declaró el jefe del gobierno japonés. Según Tokio, los misiles cayeron fuera de las aguas de su zona económica exclusiva.
Alemania, Francia y Reino Unido condenaron las pruebas como violaciones de las resoluciones de la ONU.
Y el ministro británico para Asia, Nigel Adams, también advirtió a Corea del Norte que se abstenga de nuevas provocaciones y “entable negociaciones significativas con Estados Unidos”.
Con información de AFP
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