Luego de que se conocieran las sanciones que las principales democracias del mundo -Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y la Unión Europea- impusieran sobre el régimen de Xi Jinping por la violación de derechos humanos y el exterminio de minorías étnicas en la región de Xinjiang, China y Rusia pidieron hoy una reunión de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas “para explorar soluciones a problemas comunes de la humanidad a través del diálogo directo y mantener la estabilidad global”.
En un comunicado conjunto emitido hoy, al término de una visita oficial de dos días a China del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ambos países expresaron que “en el contexto de creciente agitación política internacional, hay una necesidad urgente de convocar a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU” con los citados objetivos.
“Pedimos a las mayores potencias mundiales, en especial a los miembros permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, que fortalezcan la confianza mutua y asuman el liderazgo a la hora de salvaguardar la ley y el orden internacional basado en la legislación internacional”, agregó el texto.
Todo esto porque “el mundo ha entrado en un periodo de cambio turbulento” en el que “la propagación continua del coronavirus ha acelerado la evolución del panorama internacional, el sistema de gobernanza global se ha desequilibrado, se ha visto impactado el proceso de desarrollo económico” y “han aparecido nuevas amenazas y desafíos globales de manera continua”.
Ante tal panorama, Beijing y Moscú han solicitado a la comunidad internacional que “deje de lado sus diferencias”, trabaje para una mayor coordinación y por el mantenimiento de la paz, así como por la construcción “de un orden internacional multipolar más justo, democrático y razonable”.
En opinión de China y Rusia, “la forma de abordar los asuntos internacionales debería basarse en principios reconocidos ampliamente por la legislación internacional”, que consideraron “la piedra angular del desarrollo de la sociedad”.
Asimismo, Lavrov y su homólogo chino, Wang Yi, consideraron la democracia como “uno de los logros del desarrollo humano”, aunque apuntaron que “no hay un estándar uniforme para el modelo democrático” y que “la injerencia en asuntos internos de estados soberanos con el pretexto de promover la democracia es inaceptable”.
Lavrov llegó a China este lunes para una visita que concluye hoy y que, según expertos citados por la prensa estatal china, busca ajustar y coordinar estrategias en un momento de tensión con Estados Unidos, especialmente en lo que concierne a Rusia, cuyas relaciones con Washington se han deteriorado considerablemente en los últimos días.
Oportunismo con las vacunas
Los responsables de la diplomacia rusa y china criticaron este martes la política de los occidentales con respecto a las vacunas contra el coronavirus y se defendieron de quienes les acusan de “oportunismo”, recalcando que solo quieren “salvar vidas”.
Estas afirmaciones se producen en pleno proceso de homologación de la vacuna rusa Sputnik V en la Unión Europea, considerado demasiado lento por Moscú.
Bruselas reprocha a su vez a Rusia y China que están “instrumentalizando las vacunas con fines propagandísticos”. Los países occidentales “intentan presentar a Rusia y China como unos oportunistas en lo que se ha llamado la diplomacia de las vacunas. Y no es verdad”, dijo el martes el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Lavrov, que realiza una visita oficial a China.
La política en materia de vacunas debe “guiarse por criterios de humanidad, por el interés en salvar vidas y no por temas geopolíticos o cuestiones comerciales para dejar atrás a los competidores”, añadió, citado por las agencias de prensa rusas.
“Más que decir que China quiere llevar a cabo una especie de diplomacia de las vacunas, sería mejor decir que China lleva a cabo una acción humanitaria”, recalcó su homólogo chino Wang Yi. “Nuestra intención, desde el principio, ha sido que el mayor número posible de personas reciba una vacuna lo antes posible”, insistió.
Un grupo de expertos de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) viajará a Rusia hacia el 10 de abril para analizar los ensayos clínicos realizados con la Sputnik V, según el ministro ruso de Salud, Mijaíl Murashko.
Varios países de la UE, por ejemplo Hungría, están ya administrando las vacunas rusa y chinas, aún no homologadas por el regulador europeo, para acelerar su campaña de vacunación.
(Con información de EFE y AP).-
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