El Gobierno filipino ha denunciado este domingo la aparición de más de 200 barcos pesqueros chinos -gobernados según las autoridades filipinas por “milicias”- en un arrecife de las disputadas aguas del mar de la China Meridional.
Los barcos comenzaron a hacer acto de aparición el 7 de marzo en el arrecife de Whitsun, parte de la zona económica exclusiva de Filipinas. “A pesar de que el tiempo estaba despejado, los barcos no hicieron amago de pescar siquiera, y tenían las luces encendidas en plena noche”, denunció la Fuerza de Intervención Nacional para el Mar del Oeste de Filipinas en un comunicado.
En la nota, expresan su preocupación por el daño medioambiental y el peligro a la navegación que representan los barcos, que todavía no se han involucrado en ningún incidente con el servicio de Guardacostas.
Mientras, el ministro de Exteriores filipino, Teodoro Locsin Jr., declaró que está a la espera de lo que le digan los militares antes de tomar medidas diplomáticas de protesta. Cuestionado sobre si Filipinas presentaría una protesta, el canciller respndió: “Sólo si me lo piden los generales”.
El arrecife, al que Manila llama Julián Felipe, es una región coralina poco profunda en forma de búmeran ubicada a unos 324 kilómetros (175 millas náuticas) al oeste de la localidad de Bataraza, en la provincia de Palawan, en el occidente de Filipinas. Se encuentra dentro de la zona económica exclusiva del país, sobre la cual Filipinas “goza de derechos exclusivos para la explotación o conservación de cualquier recurso”, informó una agencia gubernamental en un comunicado.
China reclama casi todo el Mar de la China Meridional como su territorio y ha construido islas artificiales con instalaciones con capacidad militar sobre arrecifes y afloramientos de la zona.
Al margen de Filipinas, también Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán tienen reclamos superpuestos sobre el área, que se cree que es rica en recursos marinos y minerales.
Funcionarios de la embajada de China no comentaron de momento sobre la situación.
Los críticos han denunciado en repetidas ocasiones al presidente Rodrigo Duterte, quien ha estrechado lazos con Beijing desde que llegó al gobierno en 2016, por no hacer frente al comportamiento agresivo de China y por decidir no buscar de inmediato que China cumpla con las órdenes de arbitraje internacional que invalidaron los reclamos históricos de Beijing sobre todo el mar. China se ha negado a reconocer el fallo de 2016 y continúa desafiando la orden.
(Con información de Europa Press y AP)
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