Coronavirus en Israel: los colegios podrán prohibir el ingreso a los profesores que se nieguen a ser vacunados

Un tribunal de Tel Aviv defendió el derecho de los centros educativos a impedir que acudan al trabajo los empleados que rechazan ser inmunizados contra el COVID-19 o a ser sometidos a las pruebas periódicas

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Los profesores deben estar vacunados para dictar clases en Israel (REUTERS/ Ronen Zvulun)
Los profesores deben estar vacunados para dictar clases en Israel (REUTERS/ Ronen Zvulun)

Un tribunal israelí rechazó un recurso presentado por una educadora contra la decisión de un municipio de vetar la contratación de personal no vacunado contra el coronavirus en colegios locales.

La decisión, que sienta jurisprudencia, considera que el derecho de la educadora a no vacunarse “se supedita al derecho y el deber de cuidar del bienestar de sus estudiantes” por considerarlo menos lesivo de los derechos constitucionales, según informa el diario local “The Times of Israel”.

El tribunal de Tel Aviv ratificó igualmente la posibilidad de que los centros educativos pidan una prueba negativa de coronavirus a su personal.

En cualquier caso, el tribunal reconoce el derecho individual a no vacunarse contra su voluntad y subraya que la vacunación obligatoria supondría una violación de los derechos individuales.

La decisión choca directamente con la Fiscalía General, que el mes pasado informó a los municipios, que tienen las competencias de gestión escolar, de que no podían vetar a personal que no se haya vacunado o se haya realizado la prueba del coronavirus.

En las escuelas los alumnos deben utilizar mascarillas y respetar distanciamiento social (REUTERS/Ronen Zvulun)
En las escuelas los alumnos deben utilizar mascarillas y respetar distanciamiento social (REUTERS/Ronen Zvulun)

Por su parte, la semana pasada el Ministerio de Salud informó que el país mantendrá las principales medidas de prevención de la covid-19 pese a que el 80% de su población mayor de 16 años está inmunizada, ya que las vacunas -aunque son altamente eficaces- no ofrecen una protección total contra la infección.

Israel ha utilizado en su campaña de inmunización contra el coronavirus las vacunas desarrolladas por las compañías Pfizer/BioNTech y Moderna.

“Hemos transmitido (al público) la noción de que si bien estas vacunas son extremadamente seguras y tiene un gran eficacia, no ofrecen un cien por cien de protección y hemos visto gente que ha contraído la covid-19 incluso luego de la segunda inyección”, manifestó el responsable de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud de Israel, Asher Salmon.

Adelantó que por esa razón se mantendrán “varias regulaciones” que la gente tendrá que cumplir, pese a la vacunación, como utilizar mascarilla en lugares o eventos públicos, así como mantener la distancia de seguridad.

Otro motivo para mantener las medidas es que todavía no está claro el impacto en las vacunas de las variantes que han surgido del coronavirus, lo que ha llevado a las autoridades a mantener las limitaciones de viajes desde y hacia otros países, explicó Salmon.

Israel tiene una población de 9,25 millones de personas, de las cuales 5,1 millones han recibido al menos la primera dosis de la vacuna y 4,2 millones ambas dosis.

El 90% de los mayores de cincuenta años han recibido al menos una dosis de la vacuna o se han enfermado y recuperado de la covid-19.

Israel tiene al 80% de su población mayor de 16 años inmunizada contra el coronavirus (REUTERS/Amir Cohen)
Israel tiene al 80% de su población mayor de 16 años inmunizada contra el coronavirus (REUTERS/Amir Cohen)

La estrategia para lograrlo se ha basado en hacer la inscripción para la vacunación lo más simple posible y en establecer canales de comunicación para que los profesionales sanitarios y el público en general pudiesen expresar sus inquietudes (por ejemplo, sobre eventuales efectos adversos) y recibir respuestas basadas en la ciencia.

Lo que se buscó desde el principio fue generar confianza en las vacunas y contrarrestar la información falsa que circula en internet y sobre todo en las redes sociales, comentó Salmon.

En una rueda de prensa organizada por la Asociación de Corresponsales ante Naciones Unidas en Ginebra (ACANU), el portavoz israelí explicó que una semana después de recibir la segunda dosis de la vacuna, las personas tienen derecho a recibir un certificado que prueba que están inmunizadas.

Ese documento -explicó- les permite entrar a restaurantes, bares, piscinas, gimnasios, eventos culturales e incluso asistir a conciertos, aunque siempre respetando el uso de mascarilla y las distancias aconsejadas.

En el futuro, este certificado también podría servir para viajar.

Sobre la clave del éxito de la vacunación en Israel, el representante del Ministerio de Salud comentó que su país inició con mucha anticipación (el pasado abril) las negociaciones con las farmacéuticas que estaban investigando en posibles vacunas y que el gobierno al más alto nivel se involucró directamente en ellas.

A ello se suma el dinero que Israel estuvo dispuesto a pagar por asegurarse las vacunas, un aspecto sobre el cual no ofreció detalles.

Israel empieza a volver a la normalidad mientras avanza su exitoso plan de vacunación (REUTERS/Corinna Kern)
Israel empieza a volver a la normalidad mientras avanza su exitoso plan de vacunación (REUTERS/Corinna Kern)

Lo que estaba claro para el gobierno era que “aunque los precios de estas vacunas, aunque a veces son ridículamente altos, no son nada en comparación con un solo día de confinamiento nacional”.

Salmon aseguró que el plan de vacunación de su país cuesta menos que las consecuencias económicas de un día de confinamiento. “Todos deberían tener en cuenta y recordar que la rentabilidad de vacunar a toda la población, y no solo a los grupos de riesgo o personas mayores, es tremenda”, dijo.

Una de las condiciones que Israel tuvo que aceptar de las farmacéuticas fue compartir los datos de su campaña de vacunación, pero Salmon aseguró que se tomaron todas las medidas de precaución para respetar la privacidad, por lo cual lo datos son anónimos.

Además, los datos son accesibles para todo el mundo y no solo para los fabricantes de las vacunas.

Con información de Europa Press y EFE

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