El Alto Representante de la Unión Europea (UE) para las Relaciones Exteriores, Josep Borrell, advirtió este jueves que sus relaciones con Rusia continúan deteriorándose, al punto de asegurar que está tomando “una ruta autoritaria preocupante” que lo “desconecta aún más” del bloque supranacional.
“Una cosa es segura: la unidad de la UE, plenamente arraigada en los cinco principios rectores, es clave para establecer nuestras relaciones futuras”, expresó en una durante una rueda de prensa conjunta con el ministro de Relaciones Exteriores, Italiano, Luigi Di Maio, en Roma. También confió en que “el Consejo Europeo debata la situación y el camino a seguir”.
Borrell se encuentra en Roma con motivo del primer aniversario de la misión europea EUNavforMed, a cuya sede acudirá hoy en la capital italiana antes de viajar mañana a Sicilia para visitar la base naval y aérea de Sigonella.
La declaración ilustra una vez más la tensión reinante entre ambas partes, la cual se ha exacerbado durante los últimos meses y traducido en sanciones de Bruselas a Moscú por el encarcelamiento del líder opositor Alexei Navalny, así como la represión de las manifestaciones en contra del hecho y a favor de la democracia en el país.
En concreto, la UE impuso a principios de marzo medidas contra cuatro altos funcionarios rusos responsables del encarcelamiento de Navalny. Fue la primera vez que el grupo impuso una sanción por violaciones de los Derechos Humanos, un nuevo instrumento del que se dotó la UE para responder de manera ágil ante violaciones flagrantes de los derechos fundamentales.
La relación ya venía deteriorada desde fines de 2020 cuando ambas partes chocaron por la crisis en Bielorrusia, considerando el apoyo de Moscú al dictador de Minsk, Alexandr Lukashenko, quien reprimió durante semanas protestas en su contra tras imponerse en unas elecciones ampliamente calificadas como fraudulentas por la comunidad internacional.
En febrero, un viaje de Borrell a la capital rusa estuvo marcado por desplantes y agrandó aún más la grieta. Poco después Moscú expulsó a tres diplomáticos de países europeos por acudir a las protestas opositoras en apoyo a Navalny.
Rusia, por su parte, advirtió a mediados de febrero que “está lista” para romper relaciones con la Unión Europea si el bloque le impone sanciones económicas. “Estamos listos para eso”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov en una entrevista en el canal de YouTube Solovyev Live. “Si volvemos a ver, como ha sucedido muchas veces antes, que se imponen sanciones que plantean riesgos para nuestra economía, incluso en las áreas más delicadas”, expresó.
Y agregó: “No queremos aislarnos de la vida pacífica, pero tenemos que estar listos para ello. Si se quiere paz, hay que prepararse para la guerra”.
Lavrov también acusó a los países de Occidente de usar el caso de Navalny como pretexto para aumentar la presión sobre Rusia. “Si no hubiera sido Navalny, habrían encontrado algo más”, dijo. Tras las declaraciones del canciller, el l portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo en una conferencia telefónica que Rusia no quiere romper relaciones, pero tiene que estar preparada “en caso de que prevalezca la locura y se produzcan acontecimientos tan hostiles” por parte de la UE. “Debemos garantizar la seguridad de las áreas estratégicas más delicadas y estar listos para reemplazar con infraestructura nacional todo aquello de lo que podamos ser privados”, agregó.
La UE es el mayor socio comercial de Rusia. El bloque importó USD162.500 millones en bienes desde Rusia en 2019, lo que se compara con los USD84.400 millones en exportaciones.
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