Europa registró oficialmente más de 900.000 decesos por covid-19 desde el inicio de la epidemia en diciembre de 2019, según un conteo realizado por la AFP el martes a las 08H45 GMT a partir de datos de las autoridades sanitarias.
Los 52 países y territorios de la región, que incluye Rusia y Turquía, registran 900.185 decesos por 40.083.433 casos de contagio, por delante de América Latina y el Caribe (721.581 muertes por 22.872.052 contagios) y Estados Unidos/Canadá (558.110 muertos, 30.406.496 contagios).
La cifra se conoce mientras las dudas crecientes sobre la vacuna contra la covid-19 de AstraZeneca amenazan la inmunización de millones de personas en el continente.
Alemania, Francia, Italia y España decidieron este lunes suspender de forma preventiva la vacunación con el preparado de la compañía anglo-sueca tras la detección de varios casos de trombosis y el fallecimiento de una de las personas afectadas, una trabajadora sanitaria noruega, hospitalizada tras recibir la primera dosis.
En todo caso, los países que han suspendido la aplicación de la vacuna de AstraZeneca han dejado la decisión final en manos de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que el próximo día 18 se pronunciará al respecto de forma concreta.
AstraZeneca afirma por ahora que se han examinado los datos de seguridad de más de 17 millones de personas que recibieron su vacuna en la Unión Europa y el Reino Unido y que esta información “no ofrece ninguna prueba de un riesgo mayor” de eventos tromboembólicos.
Un parecer que respalda también la OMS, que pidió esta semana no ceder ante el pánico y volvió a recomendar a los países que continúen utilizándola. “Por supuesto que debemos hacer un seguimiento de todo lo que ocurre, pero no hay motivos de pánico” declaró la científica jefa de la OMS, Soumya Swaminathan.
NUEVAS OLAS DE CONTAGIOS
La crisis de AstraZeneca se produce cuando varios países luchan contra nuevas y preocupantes olas de infecciones por coronavirus, un triste recordatorio de que la batalla contra Covid-19 está lejos de terminar.
La capital de Noruega, Oslo, anunció medidas más duras para detener la propagación del virus, incluido el cierre de las escuelas secundarias, ya que informó un número récord de casos la semana pasada.
“Estas serán las medidas más intrusivas tomadas por Oslo durante la pandemia”, dijo el alcalde Raymond Johansen. “Es duro, es difícil pero es necesario”.
Y un nuevo aumento de casos empujó al principal hospital covid-19 en Bosnia al límite, lo que obligó a declarar el estado de emergencia.
“El personal está agotado”, escribió en Facebook la directora del hospital, Sebija Izetbegovic. “Continuaremos haciendo todo lo posible para salvar vidas, pero la situación es realmente crítica. Cada vez más empleados están enfermos”.
La mayor parte de Italia volvió al confinamiento el lunes, con escuelas, restaurantes, tiendas y museos cerrados, mientras que los médicos de cuidados intensivos en Alemania emitieron un llamado urgente para nuevas restricciones para evitar una tercera ola en el país y Francia quedó al borde de un nuevo confinamiento luego de que París superara el umbral de pacientes en cuidados intensivos.
OPCIONES DE VACUNAS
La pandemia impulsó esfuerzos sin precedentes para desarrollar vacunas, con una serie de opciones exitosas disponibles ahora.
Sin embargo, los lanzamientos se han visto obstaculizados por controles de exportación, amargas disputas diplomáticas y problemas de producción, además de la suspensión de AstraZeneca.
Pero un nuevo acuerdo para que la alemana IDT Biologika ayude a producir la vacuna Johnson & Johnson de inyección única ofrecería a Europa una mayor certeza, dijo el lunes el ministro de Economía de Alemania.
Y los desarrolladores de la exitosa vacuna Sputnik V de Rusia dijeron el lunes que habían llegado a acuerdos de producción en países europeos clave.
(Con información de EFE, AFP)
SEGUIR LEYENDO: