La mayor parte de Italia volvió al confinamiento este lunes, un año después de que el país cerrara para contener el covid-19, en tanto que el primer ministro, Mario Draghi, se comprometió a triplicar el ritmo de vacunación a más de medio millón por día.
Mientras que algunos otros países europeos, como Alemania, han presentado planes de reapertura, Italia se está moviendo en dirección opuesta en medio de un resurgimiento de los contagios a los niveles vistos por última vez en noviembre. El Gobierno ha culpado a las cepas de virus más contagiosas del Reino Unido y Brasil.
A partir de este lunes 15 de marzo y hasta el 6 de abril, diez regiones y la provincia autónoma de Trento estarán en confinamiento, una medida que afectará a unos 40 millones de italianos, y que mantendrá escuelas y negocios no esenciales cerrados, aunque se podrá salir a la calle por motivos de trabajo, salud y necesidad, y las fábricas permanecerán abiertas.
Draghi, ex director del Banco Central Europeo con reputación de eficiencia tecnocrática, asumió el cargo en febrero en medio de expectativas de que pondría fin a la emergencia y ayudaría a reactivar la economía.
El viernes, su gabinete aprobó las restricciones para todas las regiones que tengan una incidencia semanal de 250 contagios por cada 100.000 habitantes. El uso de cubrebocas y el distanciamiento social seguirán siendo obligatorios.
“Italia está administrando alrededor de 170.000 vacunas al día; nuestro objetivo es triplicar eso”, dijo Draghi en una de sus raras apariciones públicas desde que se convirtió en primer ministro. “Solo con vacunaciones generalizadas podremos prescindir de restricciones como las que hemos tenido que adoptar”.
Los casos por millón de habitantes en Italia están al mismo nivel de comienzos de diciembre (Our World in Data)
Draghi eligió un centro de vacunación en el aeropuerto de Fiumicino en Roma como telón de fondo para defender su argumento de que poner en marcha la campaña de vacunación mejorará las condiciones para la devastada economía. El primer ministro prometió 32.000 millones de euros (US$38.000 millones) de estímulo adicional la próxima semana, y más en los meses subsecuentes.
Para cumplir su promesa de vacunación, Draghi tendrá que asegurarse de que las empresas farmacéuticas intensifiquen las entregas de vacunas, que hasta ahora han ascendido a 7,9 millones de dosis. Insinuó que está listo para bloquear las exportaciones de vacunas nuevamente en caso de más retrasos, utilizando los poderes europeos de emergencia que Italia ya ejerció a principios de este mes.
Italia de momento ha inoculado 6,6 millones de dosis y casi dos millones de personas están inmunizadas al haber recibido las dos que se necesitan.
Dada la situación, desde el 3 al 5 de abril, días de las vacaciones de Semana Santa en Italia, todo el país entrará en la conocida “zona roja” en la que los restaurantes solo pueden servir a domicilio o para llevar y se prohíben los viajes interprovinciales, así como se limita el número de visitas a otros domicilios a una diaria y con un máximo de dos personas.
El domingo, Italia registró 21.000 nuevos casos de coronavirus y 264 fallecidos, mientras la presión sobre los hospitales sigue aumentando: ahora hay 3.082 personas en cuidados intensivos. En las salas ordinarias los pacientes aumentaron en 365 con respecto a ayer, con lo que el total asciende a 24.518.
Por regiones, Lombardía sigue siendo la más afectada, con 667.038 casos totales, casi 4.300 en las últimas horas, seguida de Véneto (354.000 casos totales) y Campania (303.000). Vuelve a preocupar el incremento en la tasa de positivos, que se sitúa este domingo en el 7,98 por ciento, un punto porcentual más que en la víspera.
(Con información de Bloomberg, Europa Press, EFE)
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