La farmacéutica británico-sueca AstraZeneca afirmó este domingo que “no hay pruebas” de que su vacuna contra el coronavirus provoque un incremento del riesgo de coágulos en sangre pese a la decisión de varios países de la Unión Europea (UE) de suspender su utilización como medida de precaución.
La empresa aseguró que ha realizado “una revisión minuciosa” de los datos disponibles sobre quienes han recibido la vacuna en Reino Unido y la UE.
“Unas 17 millones de personas de la UE y Reino Unido han recibido ya nuestra vacuna y el número de casos de coágulos de los que se ha informado entre este grupo es inferior a la media que se puede esperar en la población en general”, explicó la farmacéutica a través de un comunicado firmado por su jefa médica, Ann Taylor.
“La naturaleza de la pandemia ha incrementado la atención sobre casos individuales. Estamos yendo más allá de las prácticas habituales de seguridad de seguimiento de medicamentos autorizados sobre casos de incidentes vacunales para garantizar la seguridad pública”, agregó.
Las autoridades sanitarias de Irlanda recomendaron la suspensión temporal a partir de este domingo de la aplicación de la vacuna contra la covid-19 de AstraZeneca en ese país como medida de “precaución”, tras detectarse nuevos casos de coágulos sanguíneos en personas que han recibido ese preparado.
La recomendación dada por la Comisión nacional de asesoramiento de inmunización (NIAC) en Irlanda se basa en nuevos datos “proporcionados por la Agencia del Medicamento Noruega el sábado por la tarde y tras mantener conversaciones con el Organismo regulador de productos sanitarios (HPRA)”.
En un comunicado, el responsable médico adjunto de Irlanda, Ronan Glynn, explicó que la NIAC recibió más información de un “informe de la Agencia de Medicamentos de Noruega (informando) de cuatro nuevos incidentes de coágulos de sangre graves en adultos tras ser inoculados con la vacuna contra la covid-19 de AstraZeneca”.
Glynn, sin embargo, aclaró que “no se ha concluido que haya ningún vínculo entre la vacuna contra la covid-19 de AstraZeneca y estos casos”.
Poco después de la decisión irlandesa, Holanda también suspendió, por precaución, el uso de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus hasta el 28 de marzo, después de que se reportaran “efectos secundarios posibles” en Dinamarca y Noruega.
“Basándose en nuevas informaciones, la Autoridad holandesa de Medicamentos aconsejó, como medida de precaución y a la espera de una investigación más profunda, suspender la administración de la vacuna de AstraZeneca” contra el covid-19, indicó el Ministerio de Salud en un comunicado.
“La cuestión crucial es saber si se trata de quejas tras la vacunación o a causa de la vacunación. No debería haber ninguna duda sobre las vacunas”, declaró el ministro de Salud, Hugo de Jonge, citado en el comunicado.
“Tenemos que mostrarnos prudentes, y por eso lo sensato ahora es apretar el botón de pausa, por precaución”, agregó.
Noruega detuvo la distribución de la vacuna AstraZeneca el jueves pasado, luego de que Dinamarca tomó medidas similares. Islandia luego replicó la decisión.
Italia también decidió suspender el uso de un lote de AstraZeneca como medida de precaución, mientras otros cuatro países europeos, -Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo- suspendieron las vacunas provenientes de un lote de un millón de vacunas, entregado a 17 países, entre los cuales no figura Italia.
Antes de que Dinamarca y Noruega detuvieran la distribución de la vacuna AstraZeneca, Austria dejó de usar un lote de inyecciones mientras investigaba una muerte por trastornos de la coagulación y una enfermedad por embolia pulmonar.
Pese a la decisión de esos países, la semana pasada la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) recomendó “seguir administrando” la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca en la Unión Europea, al considerar que “los beneficios de la vacuna siguen superando sus riesgos”.
El comité de seguridad (PRAC) de la EMA, que se reunió el jueves pasado para revisar todos los casos de eventos tromboembólicos y otras afecciones relacionadas con coágulos sanguíneos, concluyó que, de momento, “no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, que no se enumeran como efectos secundarios de esta vacuna”.
“El número de eventos tromboembólicos en personas vacunadas no es mayor que el número observado en la población general”, indicó la EMA.
Por su parte, el gigante farmacéutico AstraZeneca anunció el sábado un nuevo retraso en los envíos de sus vacunas a la Unión Europea, un nuevo golpe a los esfuerzos para acelerar la vacunación. La compañía alegó problemas de producción y restricciones de exportación para justificar sus retrasos.
AstraZeneca explicó este sábado que había decidido recurrir a sus centros de producción fuera de la UE para el suministro al bloque, pero “lamentablemente, las restricciones de exportación reducirán las entregas en el primer trimestre” y “probablemente” en el segundo, según un portavoz del grupo.
El laboratorio empezó a distribuir sus vacunas a la UE en febrero, y su objetivo era entregar 100 millones de dosis en el primer semestre de 2021.
La Comisión Europea quiere que antes del fin de verano boreal el 70% de los europeos esté vacunado.
Con información de Europa Press y EFE
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