El cierre de bares y restaurantes decretado por el Gobierno italiano entre el 15 de marzo y el 6 de abril para contener los contagios de coronavirus supondrá una pérdida de 5.000 millones de euros (alrededor de 6.000 millones de dólares), estimó este sábado la asociación agrícola Coldiretti.
El Ejecutivo aprobó el viernes un decreto con el que endurece las medidas restrictivas entre esas fechas para frenar los contagios ante la “nueva ola” que atraviesa el país.
El documento establece que todas las regiones que tengan una incidencia semanal de 250 contagios por cada 100.000 habitantes pasarán a “zona roja”, un régimen de confinamiento con todas las tiendas no esenciales cerradas, mientras que en el resto del territorio se aplicarán las restricciones de zona “naranja”, es decir, un nivel intermedio.
En estas zonas no se permite consumir bebidas o comidas en los bares y restaurantes, aunque sí se permite comprar para llevar o pedir a domicilio.
La intención del Gobierno es frenar los contactos sociales para evitar la propagación del virus y sus variantes ante el incremento de contagios en las últimas semanas, con más de 20.000 al día.
En las últimas 24 horas, el país registró 26.062 nuevos positivos de coronavirus y 317 fallecidos. Con estos nuevos datos, el número total de casos de COVID-19 alcanzó los 3.201.838 desde febrero de 2020, mientras el que de muertes es de 101.881.
El decreto establece el confinamiento para toda Italia entre el 3 y el 5 de abril, los días festivos nacionales de Semana Santa. La asociación Coldiretti explicó que “hay 7 millones de italianos que tradicionalmente comen fuera de casa en Semana Santa por un costo estimado de 400 millones de euros (478 millones de dólares)” mientras que uno de cada tres italianos, el equivalente al 32%, suele aprovechar el puente para hacer turismo fuera de su ciudad.
Los cierres en estas fechas ponen en dificultad al sector de la restauración y de la hostelería, y representan un “duro golpe para el del agroturismo, que ya ha sufrido pérdidas de 1.200 millones de euros (1.400 millones de dólares)” por la pandemia.
El Gobierno de Mario Draghi está trabajando en un nuevo plan de estímulos que apoye a familias y empresas penalizadas con estas nuevas limitaciones, aunque se desconoce por el momento el valor que tendrá.
El anterior Ejecutivo de Giuseppe Conte logró aprobar una desviación presupuestaria en el Parlamento italiano de 32.000 millones de euros (38.000 millones de dólares) para ayudas en estos primeros meses del año, una suma necesaria pero que no basta, según Draghi, quien ha dicho que tendrá que pedir una nueva variación ante las cámaras.
(Con información de EFE)
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